Batería del Atalayón

Otro conjunto de cañones que formaban parte de la defensa naval de principios del siglo XX. Hoy se puede visitar y ver los cañones de mas de 17 m de longitud, unos artefactos impresionantes que resaltan aun mas en el bello paisaje y las hermosas vistas desde la cima del Cabezo del Atalayón.

El emplazamiento de artillería antiaérea del Atalayón se construyó a raíz del plan de defensa de 1926, que preveía una importante modernización de las defensas de la plaza de Cartagena y de su base naval. Así se establecieron en la costa una serie de potentes baterías, que tenían un punto donde se montaba el antiaéreo que las cubría. Por ejemplo, el Atalayón, con sus piezas de 105 mm, cubría las baterías de Castillitos y El Jorel ante un posible ataque de aviones enemigos. Domina una amplia zona costera que se extiende desde la isla de Escombreras hasta el Puerto de Mazarrón.

Como todos los yacimientos artilleros de su entorno, y como maltrecho testimonio de nuestra historia, la Batería del Atalayón está declarada Bien de Interés Cultural por la disposición adicional segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español.

Para llegar a este enclave de las fortificaciones cartageneras existe un desvío, hacia el Campillo de Adentro, parte de la vía que une el centro urbano de Cartagena y la localidad costera de La Azohía. Poco antes de llegar a él, y tras pasar las pistas del Cedadero. Desde allí por el antiguo camino militar que va a Castillitos. Y poco antes de llegar al cuerpo de guardia de esta batería se inicia una pista sin asfaltar que, tras descender un desnivel de más de cien metros, llega al Atalayón.

La Batería Atalayón está allí en el punto más alto. La subida vale la pena solo por la vista.