El “mar y montaña” es un clásico de la gastronomía catalana, más concretamente de la comarca gerundense del Baix Empordà. Consiste en combinar, en un mismo guiso, productos del mar y la tierra. Y de alguna manera, este “mar y montaña” gastronómico ha inspirado también la idea de esta Ruta, que recorre en cuatro días comarcas del interior montañoso de Girona como la Garrotxa y el Ripollès, y también el Alt y el Baix Empordà, en plena Costa Brava.

El recorrido parte de Girona hacia los primeros picos del Pirineo oriental, aprovechando la vía verde del Carrilet hasta Olot. Desde aquí superas el primer desnivel importante, la Serra de Malforat, que separa las comarcas de la Garrotxa y el Ripollès, para llegar a Camprodon.

Tras coronar el coll d’Àres, la ruta entra brevemente en Francia y recorres diversas poblaciones del Vallespir para volver a entrar a Girona por Maçanet de Cabrenys, en el Alt Empordà. Desde aquí el recorrido te dirige hasta Sant Llorenç de la Muga, para tomar el camí de la Muga, que sigue el curso de ese río hasta su desembocadura en Castelló d’Empúries. A través de caminos y carreteras locales muy tranquilas y sin apenas desnivel, la Ruta continúa hasta Palafrugell, donde de nuevo sigues la vía verde, el camí del Tren Petit, hasta Platja d’Aro, para conectar de nuevo con el tramo del Carrilet hasta el final de la ruta en Girona.

El inicio del otoño es una buena época para hacer esta ruta, cuando los días aún no se han acortado dramáticamente, y las temperaturas aún son suaves, pero también la puedes hacer en verano o primavera. Esta es una Colección de contrastes: la Ruta empieza en Girona, a solo 76 metros sobre el nivel del mar, y corona en los 1513 metros de altitud en el Coll d’Àres, para bajar después hasta la misma playa. Por ello, es aconsejable que lleves diversas capas de ropa que se puedan combinar según las circunstancias, incluso si haces esta Colección en los meses de verano.

El recorrido es ideal para hacerlo en bicicleta de gravel, ya que transcurre en su mayoría por vías verdes y carreteras con poco tráfico, pero lo podrías hacer también en bicicleta de montaña. Solo hay un tramo potencialmente complicado, desde Oliveda hasta casi llegar a Sant Llorenç de la Muga, seis kilómetros de bajada por pista en los que hay algún punto que, por su pendiente, deberás prestar atención, pero en general se trata de una ruta muy llevadera y con un desnivel moderado.

El acceso a Girona, punto de partida y final de esta Colección, es muy fácil, ya que está muy bien comunicada, tanto por tren, autobús y por supuesto, por carretera. Girona es una ciudad muy bien preparada para el cicloturismo, y en los últimos años se ha convertido en un importante destino para muchos ciclistas venidos de todo el mundo.