Colección de cicloturismo de Cycling Through A Pandemic
24 Rutas
150:42 h
2.693 km
29.110 m
Cycling Through a Pandemic is a project sharing the stories and perspectives of cyclists from ten countries around the world, who embarked on journeys in their home countries during the pandemic. This is Jon Heard's story.
Having been furloughed for months and with more time on my hands than ever, I decided to pack up my flat in Brighton and ride the famous Land's End to John O'Groats route on my first ever solo bikepacking trip. I had no idea how long the trip would take, but knew that I wanted to be away for as long as possible so I picked the longest route that I could find.
The UK had just opened up its domestic tourism again after a short lockdown and the country was feeling optimistic. I enjoyed riding along the north coast of Cornwall and Devon while soaking in the sun and views, passing through fishing villages and up and down some of the steepest climbs I've ever faced. Why did no-one tell me that this part of the route was the hardest? Riding this section while fully loaded gave me the fitness that I'd need to complete the rest of the journey and I was soon crunching 8,000ft a day on some days over 70 miles.
I passed through Bristol without stopping and before long I'd crossed the Severn Bridge and entered Wales. I felt lonely immediately, there were far fewer people than the densely packed Cornwall that I knew well and the landscapes surrounding me were much wilder. Luckily, I was caught up by two other riders who kept me company for the next three days as we rode into the remote heart of Wales on forestry roads.
The freedom of travelling by bike is wonderful. With no plans for where to camp and mileage that I needed to cover, I enjoyed a simple life full of purpose and direction as I hopped on the bike every day and pedalled further north. I packed the bare essentials; I didn't have space for any luxuries in my bikepacking bags. Two sets of cycling kit, a down jacket, a tent, sleeping gear and small stove to cook with was all I needed to survive — oh and a lot of food.
Before long, I'd reached Scotland and the adventure began in earnest. I'd been looking forward to exploring the famous mountains and lochs of this remote part of the UK which had previously seemed so out of reach. Making my own way, I passed through Loch Lomond and The Trossachs before heading up to the islands of Mull and Skye with their mind-bending scenery and then the lunar Outer Hebrides. Chasing the last rays of warmth before winter set in, I rode further north along the famous North Coast 500 route until I reached the signpost at the other end. It was an adventure of a lifetime.
No podía comprender la escala del desafío en este momento y me puse a escalar las increíblemente empinadas carreteras de la costa de Cornualles hasta la línea de salida.
Esperé pacientemente en la fila en el famoso cartel de Lands End detrás de varios niños mocosos que traían helados, ansioso por salir…
En este punto, decidí desviarme de la ruta oficial de GB Divide para seguir más caminos costeros por una ruta escénica. Estaba realmente sumergido en las impresionantes vistas a lo largo de la costa norte de Cornualles y luchando contra algunas subidas épicas de pendiente del 20-30% mientras estaba completamente cargado.
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Después de pasar la noche en Croyde, una impresionante ciudad de surf junto al mar, me dirigí al día siguiente.
La elevación lo dice todo. ¿Por qué nadie me dijo que esta parte de la ruta era tan empinada?
Hay una razón por la que la ruta GB Divide permanece en los páramos y pasa por el centro de Cornualles.
Las colinas de Quantock eran impresionantes y el lugar perfecto para pasar la noche antes de dirigirse a Bristol, con senderos de grava prístinos a través de áreas forestales y amplias vistas abiertas sobre el estuario del Severn y hacia el sur de Gales.
Hubo una carrera loca para llegar a Bristol después de pasar la noche cerca de Cheddar Gorge. Quería recoger más equipo pesado antes de dirigirme a Gales, pero olvidé que era domingo, y cuando llegué, todo estaba cerrado. Ya estaba empezando a perder la noción del tiempo.
La lejanía y la soledad de Gales…
Caminos militares épicos y vacíos y antiguas canteras, nos abrimos camino hacia el corazón verde de Gales.
Recordaré andar en bicicleta por hermosos caminos forestales al atardecer con buena compañía antes de acampar junto a un río y cocinar una pasta abundante desde este séptimo día a través del corazón del centro de Gales.
Solo de nuevo, decidí disolver la ruta GB Divide después de tener que llevar mi bicicleta a través de un río cerca de la hermosa ciudad de Machynlleth.
Estaba conmocionado y con frío, pero una buena taza de té y la charla con un motociclista danés me animó.
Monté desde Gales de regreso a Inglaterra a través de Liverpool y terminé en Manchester. Era mi primera vez en cualquiera de estas ciudades y disfruté estar nuevamente en compañía de la gente.
Después de parar para un gran almuerzo frito en los muelles de Liverpool, continué cabalgando hasta Manchester…
Después de descansar en Manchester y volver a comer comida de verdad, entré en Yorkshire Dales.
El progreso fue lento ya que estaba desarrollando una molestia en la rodilla que hacía que cualquier esfuerzo fuera doloroso. Estaba envuelto en lluvia y nubes oscuras tan pronto como salí de la gran ciudad…
Estaba completamente fuera de la ruta GB Divide ahora, siguiendo Pennine Bridleway, que ofrecía vistas impresionantes y era menos extrema que la ruta habitual. No me apetecía en absoluto la ruta prescrita húmeda y remota, así que me abrí paso pasando el viaducto de Ribblehead y llegué a la malhumorada…
Un recorrido por el Distrito de los Lagos. Flanqueado por impresionantes montañas, pedaleé hacia el norte hasta Carlisle.
La emoción creció mientras me dirigía hacia la frontera escocesa. Había estado anticipando este momento desde el comienzo del viaje y no me defraudó.
Fui bendecido con amplios cielos azules claros y vistas a las cadenas montañosas del Distrito de los Lagos mientras pedaleaba a lo largo de la costa sur…
Tomé esta foto en Cafe Rendezvous, una de mis paradas favoritas del viaje en Wigtown: la ciudad de libros asignada de Escocia donde disfruté de un café rápido y un brownie.
Debo haber contado al menos diez librerías antes de dirigirme a las gloriosas colinas escocesas y al sol.
Hubo un clima encantador a lo largo de la costa desde Stranraer hasta el césped bien cuidado del campo de golf The Royal Troon. Decidí hacer un sprint a Glasgow en este punto ya que este segmento no era particularmente pintoresco.
Llegué a las 8:00 p. m. y me registré en un hotel de mala muerte en las…
Después de un desayuno continental de mala muerte en Glasgow, me dirigí a lo largo del río Clydesdale hacia la Escocia perfecta.
El cambio de escenario fue dramático a medida que avanzaba hacia Loch Lomond y hacia las montañas.
Terminé el día en Loch Fyne, donde un amigo me alojó y me llevó a un pub local…
Después de un día sin andar en bicicleta descansando y explorando el hermoso Loch Fyne, me dirigí hacia la ciudad portuaria de Oban, donde sabía que podía tomar un ferry a la isla de Mull.
Estaba disfrutando de la libertad de ir con la corriente y no tener que seguir a un Garmin pitando. Simplemente me…
Isle of Mull fue mi primera experiencia en una isla escocesa y superó mis expectativas más descabelladas. La belleza desolada y la vida salvaje me rodearon mientras navegaba por la isla en sentido contrario a las agujas del reloj.
Pasé montañas cubiertas de niebla temprano en la mañana cuando partí. Las…
No quería dejar la imagen perfecta de Mull y estaba preocupada por la próxima fase del viaje. Me sorprendió gratamente y disfruté de los lagos y las vistas de esta parte de Escocia, incluso vi nutrias tomando el sol cerca de Glenuig. Me detuve en la tienda aquí para conectarme a un wifi dudoso y enviar…
Llegué a Mallaig solo para descubrir que el ferry fue cancelado debido a las condiciones inestables del mar. Después de una noche húmeda acampando con algunos bikepackers, me embarqué en el ferry hacia la isla de la que tanto había oído hablar. La lluvia horizontal y el viento me azotaron mientras cabalgaba…
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