Era peligroso ser un peregrino a Santiago en la Edad Media y recorrer los caminos ibéricos disputados por musulmanes y cristianos. La soberanía territorial alternaba constantemente y la profunda influencia de la fe en la vida diaria condicionaba el tránsito por las rutas jacobeas. La orden religiosa y militar de Santiago surgió en el siglo XII con la misión de proteger a los peregrinos cristianos que andaban por los caminos medievales de los reinos de León y Castilla.

Hoy los caminos son seguros y gracias a Manuel Rossi puedes hacer este recorrido que permaneció olvidado hasta 2010. Manuel, un incansable peregrino, supo del monasterio de Uclés y su camino a la iglesia de Santiago en Madrid por el sacerdote Julián Cuenca mientras le sellaba la compostelana. Fue en ese entonces que se propuso rescatar esta antigua ruta.

El Camino de Uclés no pertenece al Camino de Santiago, pero es una ruta de peregrinación de 136 kilómetros intrínsecamente jacobea. El recorrido se inicia en la iglesia de Santiago en Madrid, un punto de partida compartido con el Camino de Santiago, y termina en el monasterio de Santiago de Uclés, en la provincia de Cuenca. Manuel Rossi ha diseñado e instalado personalmente muchas de las señales por lo que está muy bien balizado. Solo tienes que seguir la flecha roja con la cruz de Santiago.

Te propongo recorrerlo en dos etapas asequibles para cualquier ciclista ocasional, aunque los ciclistas avenidos pueden terminarlo en un solo día. El recorrido no tiene grandes desniveles y transcurre por buen firme, excepto en algunos tramos de terreno arcilloso que es mejor evitar en época de lluvia. En verano puede hacerse un poco duro por las altas temperaturas y la ausencia de tramos con sombra. En Perales de Tajuña hay varias opciones de hospedaje y a lo largo de todo el recorrido se pasa por poblaciones con un sinfín de opciones de avituallamiento.

La peregrinación sale de Madrid pasando por la catedral de La Almudena, donde debe sellarse por primera vez la credencial de este camino. Es importante llevarla si piensas alojarte en los albergues públicos o espacios cedidos por las entidades religiosas y los ayuntamientos. Esta ruta tiene una de las mejores salidas de Madrid: se baja directamente al cauce del río Manzanares y se transita por Madrid Río, el parque lineal del Manzanares y su canal hasta llegar a Rivas Vaciamadrid sin pisar prácticamente una calle.


La vía verde del Tajuña te sumerge en la comarca de Las Vegas, que es una de las más desconocidas y bonitas de Madrid, y enlaza con la vía verde del tren de los 40 días. Estas vías verdes y las pistas y carreteras secundarias del resto del recorrido conectan Madrid y Cuenca entre los campos de cereales, olivares y encinares típicos de La Mancha hasta el promontorio donde se yergue el inesperado monasterio de Uclés con los restos de la muralla.

El enclave original era una fortaleza musulmana reconquistada por los cristianos en la entonces frontera con el reino árabe. Su auge llegó cuando, en 1174, el rey Alfonso VIII de Castilla la cedió a la orden con el objetivo de defender la comarca de los embates musulmanes. En recompensa a sus gestas, el rey les dio la propiedad del castillo y la villa de Uclés, con todas sus tierras, viñas, prados, pastizales, arroyos, molinos, pesquerías, entradas y salidas.

La fortaleza de Uclés fue la primera casa madre de la Orden de Santiago. Desde allí se centralizó gran parte de la defensa militar de los cristianos, hasta el final de la reconquista, en el siglo XV. Hoy el monasterio es un gran centro cultural que guarda y expone un legado histórico excepcional. Para volver a Madrid la mejor opción es en tren desde Tarancón. Es necesario un billete especial, sin coste adicional, ya que solo pueden viajar 3 bicis por tren. Desde Uclés a Tarancón puedes ir en bus de la empresa Rubiocar pero el billete tiene un suplemento y la bici tiene que viajar en la bodega embalada, yo prefiero pedalear los 16 kilómetros que separan Uclés de Tarancón.