Caminar en silencio y escuchar tu respiración, afrontar un ascenso con constancia y un descenso con decisión, alejar los pensamientos, enfrentarte a los miedos y demostrarte que sí puedes. A veces la montaña se convierte en terapia. El cansancio puede verse recompensado por tantas cosas…

En la tierra, un lagarto de colores vivos, un pequeño renacuajo que acaba de convertirse en rana, un ternerito peludo o una elegante cabra montesa de imponentes cuernos. En el cielo, nubes caprichosas, increíbles panorámicas de 360º y buitres cuyas plumas tiemblan al son del aire.

Dicen que, en la vida, todo aquello que no supone un esfuerzo, no reporta satisfacción. Por eso, cuando tienes hambre, frío, te duelen las rodillas de bajar o estás agotado de subir, tan solo basta levantar la mirada para sonreír y olvidarte de todo.

Esta Colección está plagada de estampas que se te quedarán clavadas en la memoria. Te invito a recorrer tres circos glaciares del sector occidental de la sierra de Gredos. Recorre verdes praderas, lagunas aguamarina, preciosas cascadas, arroyos cristalinos, afiladas gargantas y puertos de montaña en los que, literalmente, te faltará la respiración (tanto por el ascenso como por las vistas).

Este recorrido se desarrolla en pleno corazón de Ávila, en una de las zonas más rurales de la provincia. Comenzando en Nava del Barco, la Ruta que te propongo tiene algo más de 28 kilómetros de pura alucinación. La he dividido en dos etapas, de las cuales la segunda es bastante más intensa en cuanto a desnivel.

Si bien cualquier persona en buena forma puede realizar este recorrido, es conveniente tener algo de experiencia en montaña. El camino no siempre es evidente y a veces requiere algunas trepadas que, aunque no son muy complicadas, no son aptas para personas con vértigo o que no estén acostumbradas a este tipo de actividad.

Las mejores épocas son el verano y el otoño. Ten en cuenta que en este lugar son frecuentes las nevadas y en esta Ruta se alcanza una cota de más de 2300 metros. Así, en invierno podría ser peligroso si no se tiene el material técnico y los conocimientos necesarios.

La única forma de llegar a Nava del Barco es en vehículo privado, ya que no dispone de estación de tren o de autobús. El comienzo de la Ruta está marcado en un aparcamiento que hay junto al sendero.

Si quieres aproximarte a la zona en transporte público, a unos 11 kilómetros, en El Barco de Ávila, se encuentra la parada de bus más cercana. Sin embargo, puede resultar complicado encontrar combinaciones, así que a unos 38 kilómetros, en Béjar, hay una estación con más conexiones.

La circular incluye una noche en el refugio Galín Gómez —un lugar remoto sin cobertura móvil— por lo que hay que llevar comida suficiente para los dos días. Lleva calzado cómodo y con suela adherente, así como ropa térmica para la noche, un chubasquero, esterilla, saco de dormir y, si quieres, filtro o pastillas potabilizadoras de agua. Asimismo, comprueba la previsión meteorológica antes de empezar cada etapa y evita las lluvias intensas.

Recuerda respetar el entorno recogiendo tu basura y no molestando a los animales. Disfruta de la montaña y ella te recompensará.