Hay muchas formas de unir Burdeos con España. La que te propongo aquí es, sin duda, una de las más auténticas y exóticas que vas a encontrar. Te planteo una odisea atemporal, en contacto con la naturaleza y una cultura atípica.

El bosque de las Landas de Gascuña es el mayor bosque artificial de Europa. Fruto de una ley promulgada por Napoleón III, se realizaron plantaciones con el objetivo de desecar grandes pantanos que no se podían cultivar. Desde entonces, esta naturaleza radiante aporta cierta calma y serenidad que te acompañan durante mientras la atraviesas.

Esta inmensidad verde está separada del océano Atlántico por largas playas de arena fina, bordeadas de dunas que albergan numerosos lagos y estanques. Estas masas de agua, modeladas por el tiempo y el hombre, salpican el viaje con momentos de refresco y relajación.

Desde prestigiosos balnearios hasta pequeños pueblos llenos de encanto, las posibilidades de alojamiento son infinitas. La diversidad y riqueza de las distintas gastronomías locales te permitirán reponer fuerzas para continuar la aventura en las mejores condiciones.

El viaje comienza en Burdeos, entre la Costa de la Plata y la Costa Vasca. A medida que avances en el camino, irás avistando a lo lejos las primeras cumbres de los Pirineos. Vas a entrar a España por el paso natural de Hendaya.

Casi todo el recorrido discurre por carriles bici de buena calidad que conectan con la Vélodyssée. Por lo tanto, puedes venir con la bicicleta que prefieras: híbrida, gravel o MTB. Por lo demás, no hay trampas, sólo se circula por superficies asfaltadas.

Por último, la mejor época para hacer esta Ruta es de primavera a otoño. El verano ofrece días más cálidos y largos, pero también un mayor número de visitantes.

Todo lo que queda por hacer es decidirse e ir a por ello.