Después de toda una vida viviendo en Buenos Aires y con el Bachillerato ya terminado, decidí irme a estudiar a París. La diferencia entre los calendarios escolares de los dos hemisferios me permitió hacer una pausa y me fui al pequeño pueblo francés de Evian-les-Bains con unos amigos. Allí, trabajé como ayudante de albañil (¡gimnasio gratis!) y los fines de semana invertí mi tiempo en explorar la región.

Evian tiene mucho encanto, pero cuando eres joven quieres algo más de marcha. Mientras esperaba para poner rumbo a París, solía coger el barco a Lausana, la capital del cantón suizo de Vaud. La familia de mi madre es suiza, así que me tomé estas pequeñas escapadas como una oportunidad para pasear por las calles que mis antepasados habían dejado atrás en busca de mejores oportunidades al otro lado del océano (es curioso, porque yo hice exactamente lo contrario).

Después de más de diez años, la pasada Semana Santa decidí volver a la zona de Lausana. Los días festivos los suizos huyen de la ciudad y se van a explorar el impresionante entorno natural que les rodea. Así que aproveché para hacer lo mismo y descubrir los alrededores de Lausana, una zona que no conocía mucho.

En esta Colección he incluido las tres Rutas que hice. Todas empiezan en la ciudad; puedes llegar al punto de inicio en autobús (el tren es bastante caro). Yo llevaba unas zapatillas de correr muy cómodas, no necesitas mucho más. La mayor parte del tiempo caminas por senderos asfaltados o de tierra. Para recargar energías, puedes llevarte un bocadillo o parar en los puestos que hay junto al lago.

Los paisajes son impresionantes, con el lago Lemán y los Alpes de fondo. La primera Ruta discurre por las terrazas de viñedos de Lavaux, una región vinícola declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO. La segunda ofrece vistas desde abajo de los viñedos. Si te quedan fuerzas, puedes combinarla con la primera Ruta para regresar a Lausana por el lago. El tercer paseo te llevará por tres localidades muy interesantes: Saint-Sulpice, Morges y Saint-Prex.

Como te puedes imaginar, en invierno hace mucho frío en esta zona. El resto del año, el tiempo es mucho más agradable, salvo en los momentos en los que el bise (un viento frío y seco del norte) aparece y hace que salir a explorar no sea tan recomendable. Aunque las Rutas de la Colección son largas, también son fáciles y aptas para toda la familia (¡carritos incluidos!).

Dormir en Lausana no es barato. Sin embargo, si reservas con la suficiente antelación, puedes encontrar opciones económicas. Para llegar a la capital de Vaud, puedes coger un avión hasta el aeropuerto Ginebra. Desde allí, un tren te lleva hasta tu destino en 40 minutos. También puedes optar por la opción de compartir coche, que te saldrá más barato.