Quizás hayas oído hablar de la peregrinación de la Vía Francígena. Cuando el arzobispo Sigerico el Serio caminó desde Roma a Canterbury entre 990 y 994, la describió en su diario de viaje. En Pontremoli, con las montañas de los Apeninos frente a él, Sigerico decidió cruzar al valle del Po a través del paso de la Cisa. Justo allí existe un itinerario más antiguo: la Via degli Abati (Vía de los Abades), que se utiliza desde el siglo VII.

La Via degli Abati es un camino medieval que une Pavía (Lombardía) con Pontremoli (Toscana), atravesando la región vinícola de Oltrepò Pavese y los Apeninos tosco-emilianos. Tiene una longitud total de 190 kilómetros, divididos en ocho etapas con casi 6000 metros de desnivel positivo en total. Asimismo, las dos últimas etapas son bastante largas, lo que hace que la caminata sea bastante exigente físicamente.

Esta aventura sigue los pasos de los monjes que iban de Pavía a Pontremoli, utilizando lugares como Bobbio, Boccolo dei Tassi, Gravago y Borgo Val di Taro para descansar. La Ruta, ya utilizada por los gobernantes lombardos antes de la conquista del paso de la Cisa —controlado por los bizantinos—, pasaba también por la abadía de Bobbio, en el corazón de los Apeninos. Los peregrinos que viajaban a Roma desde Francia y desde las islas británicas paraban aquí para venerar los restos de San Columbano. Este monje y misionero irlandés, junto con San Benito de Nursia, fundaron numerosos monasterios.

La Via degli Abati es rica en historia, arte y cultura. La gastronomía también desempeña un papel importante; las especialidades de Lunigiana y de los valles de Trebbia, Taro y Ceno son extraordinarias.

Lo más destacado de la Colección son los pintorescos pueblos medievales que se encuentran a lo largo del camino. El ponte Gobbo es impresionante, y el majestuoso castello Di Bardi parece sacado de un cuento de hadas. La mayor parte del recorrido transcurre por caminos; solo algunos tramos están asfaltados.

La mejor época para realizar esta Ruta es desde abril hasta octubre. Durante el resto del año, el clima podría dificultar el paso por algunas zonas.

Hay muchos alojamientos a lo largo de la Via degli Abati, así que no necesitas equipo de acampada. Al final de cada etapa hay hoteles, casas rurales y bed and breakfasts. En Nicelli y Groppallo, sin embargo, la disponibilidad es muy limitada, por lo que es aconsejable reservar con antelación. Vas a pasar por pequeños pueblos a lo largo del camino, pero hay pocos puntos de avituallamiento. Lo que puedes hacer en estos casos es encargar un almuerzo para llevar en el alojamiento donde te quedes cada noche. Por otro lado, en casi todos los pueblos se pueden rellenar las botellas de agua.

Hay estaciones de tren tanto en Pavía como en Pontremoli. Después, para llegar al punto de partida debes tomar un autobús.

Siente la historia del camino a cada paso que des. ¡Diviértete!