Grandes extensiones de cultivos: cereales, azafrán manchego, viñedos, almendros, olivos y pistachos; llanuras que se pierden en la línea del horizonte; cerros y montes que forman un paisaje ondulado repleto de colores y texturas, y ríos que recorren la amplia meseta, hidratando la tierra y creando vida a su paso.

Te invito a sumergirte en La Manchuela, una inexplorada comarca situada entre la llanura de La Mancha y la serranía de Cuenca. Más concretamente comienza en el municipio conquense de Mira y termina en Villalgordo del Júcar, Albacete. Esta es una de las zonas más despobladas de España, con apenas unos 25 habitantes por kilómetro cuadrado. Sin embargo, está llena de vida salvaje y de auténticos vestigios del pasado realmente interesantes.

He dividido el recorrido en siete etapas. Cada una de ellas irradia un encanto diferente y único, y es que son muchas las sorpresas que estas tierras solitarias tienen para ofrecerte. Las Chorreras del Cabriel, el embalse de Alarcón y el río Júcar son un pequeño adelanto.

La Manchuela guarda una gran diversidad de flora y fauna. En las primeras etapas recorres dehesas y bosques de coníferas, sobre todo de pino negral. El verde de la vegetación y el color rojizo de la tierra junto con la orografía ondulada crean una estampa que se te quedará grabada durante mucho tiempo. Además, puedes disfrutar de la presencia de jabalíes, ciervos rojos y muflones, sobre todo si caminas durante las primeras horas de la mañana o al atardecer. No bajes la mirada para poder ver las aves, porque gavilanes, águilas reales y halcones sobrevuelan estos montes en busca de alimento. La dimensión de estas aves y la armonía en el vuelo hipnotizan a cualquiera.

La primavera es la estación idónea para embarcarte en esta Ruta. Los días se alargan y son bastante soleados y con temperaturas agradables. Además, el campo se viste de alegres colores y los animales corretean a sus anchas por los cerros. En cambio, el invierno suele ser frío, los veranos muy calurosos y el otoño puede traer lluvias torrenciales y días grises. Sea cual sea la estación elegida, échale un vistazo al pronóstico del tiempo y prepara tu mochila con la indumentaria apropiada. Tal vez una gorra, crema solar, unas botas y unos palos de trekking serían buenas opciones a tener en cuenta.

Debido al lugar tan remoto que atraviesa el itinerario, las distancias entre las poblaciones son bastante largas. Por ello, te recomiendo llevar siempre avituallamiento y suficiente agua. Vas a recorrer una media de 23 kilómetros al día, por lo que es necesario estar en forma para disfrutar al máximo de la experiencia. No hay tramos técnicos, pero las etapas son largas.

Tanto al comienzo como al final de la Ruta es posible utilizar el autobús. Te aconsejo planificar el viaje con antelación, ya que no hay servicios todos los días. Puedes consultar los horarios en el siguiente enlace: romerio.com.

Sin más que añadir, prepara tu equipaje y pon rumbo a las increíbles tierras de La Manchuela. No cabe duda que te van a enamorar. ¡Buen viaje!