Hace ya varios años, en 2013, el ayuntamiento de Santesteban (Doneztebe), en la Comunidad Foral de Navarra, presentó su proyecto “Bidasoako Pedalak - Pedales de Bidasoa”. Esta Ruta circular de 190 kilómetros de longitud y algo más de 5200 metros de desnivel positivo se añadía a la interesante oferta de la red de Pedales del Mundo.

La idea de este espectacular recorrido es dar a conocer los variados paisajes, las históricas poblaciones y la densa naturaleza que rodean al río Bidasoa. Vas a recorrer los frondosos bosques del valle de Baztán, en Navarra, y de la parte francesa del Lapurdi. Vas a pedalear cómodamente por la preciosa costa de Guipúzcoa y a poner a prueba tu destreza y fuerza en las subidas al Larrondo, Aizkoa o Bulatxiki.

Las construcciones, localizaciones y, sobre todo en este viaje, la gastronomía de cada pueblo por el que vas a pasar, es extraordinaria. Tienes asegurada una nutrición más que completa a lo largo de la Ruta. Santesteban, Elizondo, Arizkun, Zugarramurdi, Hondarribia, Pasai Donibane, Oiartzun… son solo algunas de las localidades que te esperan con los brazos abiertos, deseosas de darte a conocer sus monumentos, servicios y delicias culinarias.

La dureza del recorrido está equilibradamente dividida en las cuatro etapas propuestas, pero eres libre de alargar el viaje recortando las distancias de cada jornada, o de hacerlo más duro, desafiante y épico comprimiendo el total en menos etapas.

Cada jornada acaba en una población con una amplia oferta de alojamiento. Si eliges venir en verano, la época recomendada por los días más largos, la temperatura más agradable y menos probabilidades de lluvia, asegúrate de reservar con antelación las noches que necesites, pues es temporada alta y los hospedajes suelen estar más llenos que durante el resto del año.

Puedes llegar a Santesteban fácilmente en autobús. Tiene buena comunicación con Pamplona, que cuenta con estación de tren y aeropuerto.

Por último, cualquier tipo de bicicleta MTB es apta para afrontar esta Ruta. Mi recomendación es que pese poco, sin suspensiones demasiado largas y con ruedas anchas y rodadoras. Con un poco de planificación, puedes hacer el viaje con bicicleta eléctrica encontrando puntos de recarga en cada etapa.

¡Disfruta de este espectacular y peculiar rincón del mundo!