A principios de abril fui a la feria de cicloturismo de Bolonia y, tras dos días paseando por los distintos puestos de información y asistiendo a presentaciones, volví a casa con un montón de folletos y mapas de lugares por explorar. Buscaba un lugar al que fuera fácil llegar en tren desde mi ciudad, Bolonia, y de los varios lugares que encontré, el que más me fascinó fue Eslovenia. Ya había visitado la capital, Liubliana, pero tenía curiosidad por descubrir otras partes de este país, sus montañas y su naturaleza.

Durante mi viaje, descubrí el verdor de Eslovenia pedaleando por carreteras tranquilas y visitando pueblos apacibles. Pude admirar las imponentes montañas que asomaban en el horizonte, la belleza del lago Bled y el color esmeralda de las aguas del río Soča, que aún me parece verlas brillar cuando pienso en ellas. Por eso decidí elaborar esta Colección sobre los Alpes Julianos.

Salimos de Tarvisio y poco después cruzamos la frontera y empezamos a pedalear por Eslovenia. La Ruta te lleva al lago Bled y al Bohinjsko Jezero. Desde allí, asciende hasta las montañas y luego baja por el valle de Soča. Desde Bovec, la circular te lleva de vuelta a Tarvisio y, tras un largo descenso por el carril bici del Alpe Adria hasta Chiusaforte, regresarás a Bovec por el puerto de Sella Nevea. La última etapa te lleva hasta Italia, a la ciudad de Cividale del Friuli, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La Ruta comienza en la estación de Tarvisio y termina en la de Cividale, desde donde salen trenes hacia Trieste y Udine.

La Colección consta de seis etapas, pero puedes combinar varias o dividirlas a tu antojo para adaptarlas a tu nivel o al tiempo del que dispones. Por ejemplo, yo combiné las etapas 4 y 5 y dejé gran parte del peso en el camping de Bovec, de forma que pude pedalear más cómodamente.

La mejor época para afrontar esta aventura es durante la primavera, el verano y el otoño. En los meses más fríos es frecuente encontrar nieve. Hay tramos llanos y otros con mucho desnivel, por lo que recomiendo una bicicleta con buenos desarrollos y ligera para el ascenso. El firme es de asfalto, por lo que la bicicleta ideal es una de carretera o de viaje. No olvides las luces, pues a lo largo del carril bici del Alpe Adria son obligatorias al pasar por túneles.

Por último, al final de cada etapa, en todos los pueblos hay B&B y hoteles. Si te gusta acampar, encontrarás muchos lugares donde montar la tienda, sin necesidad de reservar con antelación.

¡Disfruta de tu aventura!