El Bidasoa es el protagonista de esta Colección. Su cauce serpentea a través de paisajes majestuosos, que enseñan la perseverancia inquebrantable al encontrar su camino a lo largo de valles y montañas. Su sinuoso recorrido sirvió a modo de inspiración para construir un trazado de ferrocarril vasco-navarro a finales del siglo XIX. Lo que hoy se conoce como la vía verde del Bidasoa sigue precisamente esta vía férrea, que un día sirvió para el transporte de minerales. Esta Ruta ofrece una experiencia única, atravesando paisajes pintorescos y regiones montañosas del norte de España.

He diseñado cuidadosamente esta Colección para familias deseosas de tener su primera experiencia cicloturista junto a los más pequeños de la casa. Es una aventura ideal, ya que las distancias son relativamente cortas, el estado de la vía es óptimo y cuenta con zonas estratégicas de descanso y playas fluviales. Así que, los niños pueden disfrutar de momentos de juego y descanso, convirtiendo cada etapa en una jornada no solo activa, sino también llena de diversión y exploración. Esta Ruta no solo se convierte en un viaje en bicicleta, sino en una emocionante travesía familiar repleta de recuerdos compartidos y sonrisas.

He dividido el itinerario en cuatro etapas, cada una de las cuales concluye en un lugar con posibilidad de alojamiento y restauración. No olvides preparar un pícnic para disfrutarlo durante el trayecto de cada día. Hay suficientes rincones especiales en la naturaleza, ideales para hacer una parada. Y por supuesto, lleva suficiente agua para mantener una buena hidratación.

Es posible llegar al comienzo y al final de la Ruta en medio de transporte público. Independientemente de tu origen, puedes encontrar tu mejor combinación en el siguiente enlace: omio.com. También tienes la posibilidad de llegar fácilmente con tu propio vehículo a ambos puntos.

La mejor época del año para emprender esta aventura es durante el verano. Las temperaturas agradables y las sombras abundantes ofrecen condiciones ideales para disfrutar del camino. En invierno, hace más frío y las horas limitadas de sol pueden hacer que la travesía sea menos cómoda, especialmente si viajas con los más pequeños. Otoño y primavera podrían ser opciones viables si los días son secos y soleados. Sin importar la estación que elijas, asegúrate de revisar la predicción del tiempo para preparar tu equipaje de acuerdo a las condiciones climáticas.

En cuanto al tipo de bicicleta, lo ideal es optar por una bicicleta híbrida, con amortiguación o gravel dependiendo de tus preferencias. El trayecto es mayormente regular, aunque, de vez en cuando, puedes encontrarte con alguna piedra suelta. Afortunadamente, no tienes que enfrentarte a grandes pendientes, pero es posible que encuentres algún pequeño tobogán en el camino. Una bicicleta que ofrezca una combinación de versatilidad y comodidad es la elección perfecta para disfrutar plenamente de la travesía.

Para asegurar que los niños disfruten al máximo de la experiencia y deseen repetir sin dudarlo, es clave adaptar la travesía a sus necesidades. Puedes considerar el uso de un remolque, brindándoles la comodidad de ir sentados mientras tú pedaleas. También existe la opción de una barra de ayuda que les permita avanzar a su propio ritmo, o simplemente planificar suficientes paradas para que puedan jugar a lo largo del itinerario.

Sin más que añadir, prepara el equipaje y disponte a disfrutar de una de las experiencias más hermosas de la vida en familia junto al río Bidasoa. Cada pedalada será un nuevo descubrimiento, cada parada una oportunidad para crear recuerdos especiales. Que esta aventura en bicicleta se convierta en un vínculo inolvidable para todos los miembros de la familia, llenando cada día de risas, exploración y conexión. ¡Qué disfrutéis del camino!