Campamento de Stobs

Los campos de Stobs se utilizaron por primera vez en la Primera Guerra Mundial: a fines de 1914, albergaba a 4.600 prisioneros alemanes. Sin embargo, solo 2.200 de ellos eran combatientes; la mayoría de los prisioneros restantes eran civiles alemanes (o aliados) que vivían en Gran Bretaña en ese momento, incluido uno, presumiblemente algo solitario, búlgaro.

Sin embargo, se convirtió en militar solo desde ese momento hasta el final de la guerra. Para 1917, 15.000 hombres fueron enviados al sitio para cuidar a 6.000 prisioneros alemanes.

También se utilizó en la Segunda Guerra Mundial, como campo de reasentamiento y, más tarde, como campamento de verano. Algo así como un final feliz, quizás, que se truncó en 1959, cuando fue abandonado. La mayor parte de la infraestructura ya se ha ido, pero los contornos de las vías aún son visibles y presenta una ventana inquietante a un pasado no muy lejano.