Tower Bridge

Tower Bridge es uno de los puentes más famosos de Londres y uno de sus monumentos más emblemáticos. Desde el puente, se obtiene una vista impresionante de Londres. El puente se inauguró en 1894 para facilitar el tráfico por carretera y mantener el acceso fluvial a los concurridos muelles de Pool of London. Construido con carreteras móviles gigantes que se elevan para los barcos que pasan, hasta el día de hoy se considera una maravilla de la ingeniería. Es gratis caminar sobre el puente, por supuesto.

Para obtener más información, visite: towerbridge.org.uk.

Junto con el Big Ben y el Palacio de Buckingham, el Tower Bridge es uno de los símbolos de Londres y probablemente uno de los puentes más bellos del mundo. El puente colgante y basculante de 244 metros de largo sobre el Támesis se construyó a fines del siglo XIX y conecta los distritos de Tower Hamlets y Southwark.

Tower Bridge es uno de los puntos de acceso para los turistas. Un paseo por la pasarela peatonal de casi 50 metros de largo abre una vista única de Londres. Pero el puente no solo ofrece una hermosa vista, también es un museo. ¡Aprende todo sobre la historia del puente en la exposición Tower Bridge!

En 2014 el puente peatonal recibió una actualización. El nuevo aspecto moderno ahora incluye un piso de vidrio transitable que mide 11 metros de largo y 1,8 metros de ancho, desde el cual puede mirar alrededor de 40 metros hacia abajo a los automóviles, bicicletas y botes en movimiento.

Desafortunadamente, esto no es necesariamente recomendable para las personas que tienen miedo a las alturas, pero para todos los demás, el piso de vidrio es uno de los aspectos más destacados de la ciudad. Lo único verdaderamente destacado es y sigue siendo, por supuesto, el mecanismo de plegado del puente.

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El Tower Bridge es uno de los lugares de visita obligada de Londres y posiblemente uno de los puentes más famosos del mundo. El puente colgante y basculante de 244 metros de largo sobre el Támesis no debe perderse en ningún recorrido por la ciudad. El camino peatonal de casi 50 metros de largo ofrece una vista única de Londres y desde 2014 hay un piso de vidrio accesible de 11 metros de largo en poco menos de 40 metros, solo para aquellos con cabeza para las alturas.