Ruine Wartstein

Varias leyendas rodean la plaza.
Se dice que el 10 de agosto de 1661, el posadero de Eckersmühlen, Hermann Feyl, se encontró allí con el diablo. Aparentemente, de la nada, se dice que el cabo con uniforme de lansquenet y casaca roja lo enfrentó. El diablo le ofreció a Feyl un tálero por su sangre. Feyl se negó y el demonio desapareció con una gran fanfarria, no sin perder un botón dorado de su capa. Feyl huyó y estuvo repetidamente plagado de delirios en los años siguientes. Desde este evento, el lugar ha sido llamado "Teufelsknob", "Teufelsknock" o "Teufelsknorz".

Desafortunadamente, no se puede ver gran parte del complejo del castillo, pero vale la pena un breve desvío a este lugar legendario.

Aquí en el bosque solo se pueden encontrar algunos restos del antiguo castillo de Wartstein.