Alba

Alba es la capital de las Langhe, una ciudad con cien torres. De octubre a diciembre acoge la famosa Feria de la Trufa. En el centro, además, se encuentra el museo dedicado a Beppe Fenoglio.

Alba - dulces sueños...
Tormenta nos da la bienvenida a Alba. El aire se enfría y purifica especialmente para nosotros después de un largo periodo de calor. Los senos nasales son estimulados por el dulce olor específico del chocolate para untar.
Bienvenido a la tierra de Nutella, donde gobierna el emperador Ferrero con su chaqueta dorada. Alba es quizás una de las ciudades más famosas del Piamonte. Eso tiene todo que ver con la Fiera del Tartufo Bianco. La feria de la trufa blanca que puso definitivamente a Alba en el mapa. Además de la trufa blanca, la ciudad también es conocida por sus avellanas. Allí se encuentra la sede de Ferrero. ¿Quién no ha comido crema de chocolate Nutella cuando era niño o todavía lo hace? Nuestro descubrimiento de la ciudad ya ha comenzado sin problemas. En la principal calle comercial 'Via Vittorio Emanuele', la mano permanece en el cierre de la cartera y la tarjeta de crédito envuelta en papel de aluminio. Después de la fuerte tormenta, las numerosas y finas enotecas y perfumerías vuelven a llenar la calle comercial con sus ramos. Las bonitas tiendas de ropa están volviendo a poner sus percheros en primera línea de ventas. Los outfits de verano aportan color a la ciudad a su manera. Las trufas frescas observan a los transeúntes desde detrás de un cristal seguro. Los vendedores astutos hacen gestos con su bolsa de trucos para vender sus productos. No reciben mucha atención porque Michele Ferrero capta toda nuestra atención en la Piazza Savona. Pero debido al ruido de las máquinas que dan a la plaza un nuevo aspecto, rápidamente volvemos al antiguo centro de la ciudad. El sol bate un nuevo récord de calor en poco tiempo. A la sombra de un imponente palacio encontramos finalmente la Catedral de San Domenica. La casa de culto del siglo XV refresca la mente. Un momento perfecto para pedir perdón de antemano por el deseo emergente de codiciar. La mente es fuerte pero el calor ha debilitado el cuerpo y requiere enfriamiento en forma de Aperol Spritz. El deseo es más fuerte que nosotros mismos. Sentado en una terraza, contemplando los vasos de Aperol, los ojos de cristal deseables... Los cubitos de hielo enfrían la pulpa de las rodajas de naranja. La frescura se nota en el exterior. Delicioso… hasta que se juntan nubes de coliflor sobre nuestras cabezas. El firmamento se oscureció sobre Alba.

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Precioso casco antiguo en la montaña, donde casi todos los rincones de la casa huelen a trufas.