Igltalalm

Debajo de la cabaña encontrarás una vieja rueda hidráulica que una vez se usó para remover mantequilla. Este pequeño pueblo es un paraíso para los niños: el arroyo, un pequeño estanque, un parque infantil diverso y gatos, perros y patos que vagan libremente. Mientras los mayores se relajan al sol con un tentempié con delicias de producción regional como pan, mantequilla, queso, bacon y salchichas, los más pequeños pueden desahogarse en el recinto.

Hace unos años hicimos senderismo en Grossarltal, en el Igltalalm ya estaban preparando para el invierno y cerrando a finales de septiembre. Todavía tenemos algo para comer. Fue grandioso. Un valle maravilloso.

Hermosa Alm. Trae tiempo para una parada.