Mačkova spilja

Mačkova spilja (Gran cueva cerca de Goranac) es un importante sitio prehistórico y paleontológico en Croacia y esta parte de Europa. Investigaciones científicas anteriores han identificado sedimentos cuaternarios de 12 metros de profundidad llenos de ricos hallazgos paleontológicos y paleolíticos, y se han descubierto restos de hasta 138 especies y subespecies de varios animales. Los más numerosos son los restos de un oso de las cavernas (Ursus spelaeus). La cueva se formó en piedra caliza del Triásico Superior, tiene dos salas conectadas por un estrecho pasaje (la primera, más grande, de 18 m de largo y 14 m de ancho, mientras que la otra tiene 8 m de largo y 10 m de ancho). Su altura varía desde los 3 m en la entrada, hasta tan solo 1,30 m en el interior.La cueva sirvió como residencia durante el Pleistoceno y principios del Holoceno, como lo demuestran los descubrimientos de artesanía en piedra y hueso, así como un importante descubrimiento del hueso frontal del hombre prehistórico de Neandertal.La cueva es también un sitio típico importante de la fauna subterránea, porque se han descrito dos subespecies de ella: el isópodo terrestre Androniscus dentiger croaticus y el escarabajo de las cavernas croata Laemostenus schreibersi croaticus. Estas subespecies están muy extendidas solo en el noroeste de Croacia y son endémicas de esta área.Información histórica:El origen de la cueva estuvo predispuesto por movimientos tectónicos que provocaron el agrietamiento y aplastamiento de calizas dolomíticas triásicas, lo que facilitó los efectos erosivos y corrosivos del agua y la formación de salas subterráneas.La existencia de la cueva se conoce desde principios del siglo XX y el sitio ha sido explorado por muchos científicos (D. Hirc, A. Langhoffer, J. Klemenc, B. Sari y Stjepan Vuković). La investigación científica sistemática se ha llevado a cabo desde 1957 bajo el liderazgo de Mirko Malez.