Bruno Weber Skulpturenpark

El Parque Bruno Weber es un paisaje de fantasía con arte que puedes tocar, un jardín lleno de criaturas y figuras míticas donde sumergirte en el mundo onírico del artista Bruno Weber.

El Parque Bruno Weber es un parque de esculturas en las comunidades suizas de Spreitbach y Dietikon, diseñado como una obra de arte total por el artista suizo Bruno Weber, fallecido en 2011.Ya en 1990, se estableció una asociación patrocinadora con la Fundación Bruno Weber. La fundación debe garantizar la finalización del jardín acuático como corazón del parque y la financiación a largo plazo de la operación. Después de la muerte de Weber, Mariann Weber-Godo y sus hijas gemelas hicieron campaña por la preservación y continuación del trabajo de toda la vida de su esposo.[1]En mayo de 2014, el Consejo de Gobierno de Aargau no aprobó más contribuciones operativas y "en su justificación atestiguó que la obra del artista tiene importancia regional, pero ni siquiera cantonal obligatoria". El experto en arte y ex director del Museo Tinguely, Guido Magnaguagno, califica el jardín de esculturas como un "monumento nacional" y ve a Bruno Weber al mismo nivel que artistas Art Brut como Louis Soutter o Adolf Wölfli.[2] Las renovaciones necesarias no se pudieron llevar a cabo, las tarifas de entrada y las donaciones ya no fueron suficientes. Los operadores esperan que el parque sea renovado y continuado, para lo cual es absolutamente necesario el apoyo de los patrocinadores y las donaciones. Los Amigos del Parque Bruno Weber se dedican a este objetivo.[3]En 2014, hubo que renovar por completo el personal del consejo de administración dos veces en un año; esencialmente, dos puntos son controvertidos: el parque de esculturas es único en el país en términos de zonificación, ya que fue clasificado como zona especial para la creación artística por el municipio en 1998, de acuerdo con Bruno Weber. En esta zona de edificación están permitidos los eventos relacionados con la creación artística, pero por legislación general también quedan excluidos los usos que rentabilicen la explotación.El segundo problema legal se refiere al acuerdo de uso entre la familia y la asociación, ya que el terreno en el que se construyó el salón del jardín acuático ya fue cedido a la Fundación Bruno Weber. En relación con esto, las donaciones que recibe la fundación no pueden fluir a las arcas privadas de la familia Weber.[4] El edificio de viviendas con jardín ha sido hasta ahora propiedad privada de la familia de Bruno Weber. Esta situación de propiedad ha llevado a discusiones con el consejo de administración, en particular sobre un acuerdo de uso entre la familia y la fundación que aún no está listo para ser firmado.En la primavera de 2015, el parque fue reabierto al público.