Musée de l'Hôtel-Dieu - Hospices de Beaune

Los Hospices de Beaune son uno de los monumentos históricos más prestigiosos de Francia. También son famosos por su finca vinícola de 60 hectáreas, que produce vinos de prestigio, subastados cada tercer domingo de noviembre. Los fondos recaudados durante la venta están destinados a las organizaciones benéficas de los Hospices de Beaune.

HOSPICIOS DE BEAUNE - Hôtel-Dieu
Una fundación hospitalaria de la Edad Media, los Hospices de Beaune son uno de los monumentos históricos más prestigiosos de Francia. Su arquitectura gótica flamígera, sus techos policromados y un viñedo de renombre hacen de este museo una de las joyas de Borgoña. Los Hospices de Beaune también son famosos por su finca vinícola de 60 hectáreas, que produce vinos de prestigio, vendidos en subasta el tercer domingo de noviembre.
Cuando en 1443, el canciller Nicolas Rolin fundó el Hôtel Dieu (Hospices de Beaune), Beaune salía de la guerra de los 100 años, un período de agitación y peste que diezmó el campo. Fue para los pobres y los más desfavorecidos que se construyó esta obra maestra inspirada en los más destacados hôtels-Dieu de Flandes y París. Detrás de los austeros techos de pizarra de la fachada se encuentra el impresionante patio, hermosos techos de teja barnizada y lucernarios elevados. Alrededor del patio, la armoniosa organización de los edificios rige la vida de esta institución caritativa: bajo los arcos en forma de casco de la sala de los pobres se acogía a los enfermos, y en la cocina con sus enormes chimeneas góticas se preparaban las comidas, mientras la botica con sus cazuelas de mortero y loza, era coto exclusivo de la hermana farmacéutica.
Nicolas Rolin utilizó su vasto conocimiento de las instituciones hospitalarias para hacer de su hôtel Dieu (Hospices de Beaune) un establecimiento capaz de sobrevivir a los siglos. Como buen comerciante, la puso bajo la autoridad espiritual de la Santa Sede, libre de todo cargo y bajo buena administración, dotándola de viñas, haciendas y bosques. Pero la búsqueda de la perfección arquitectónica, la belleza de los objetos y el políptico del Juicio Final encargado a Rogier Van der Weyden, uno de los grandes maestros de la pintura flamenca, es el cristiano y filántropo con quien estamos en deuda. Nicolás Rolin hizo de su hôtel dieu una obra y un acto de fe para toda la eternidad.
beaune-tourism.com/discover/the-hospices-de-beaune

Maravilloso lugar de historia.