Castro de Troña

El sitio data de poco más de seiscientos años antes de Cristo, (el comienzo del uso de la piedra como material de construcción). Como muchos de los asentamientos comarcales de Galicia, el Castro de Troña tuvo su esplendor en torno a los siglos I y II a.C. Lo más probable es que esta comunidad se haya mudado más cerca del río Tea debido a las fuentes más fáciles de alimentos y agua. La llegada de los romanos también contribuyó al abandono del lugar en busca de terrenos mejor protegidos.

Sobre la cima del cerro se encuentran dispersos los restos de numerosas casas, algunas excavadas y otras aún ocultas por la tierra y la vegetación. La mayoría de ellos tienen planta circular y en otros un salón social adicional más grande de las clases sociales más altas. En este yacimiento también encontraremos plantas cuadradas y rectangulares propias de los asentamientos romanizados. Los habitantes indígenas no hacían rincones en sus casas, por la creencia de que allí se escondían malos espíritus.

Sobre una pequeña roca, muy cerca de la cisterna, hay un famoso petroglifo con forma de serpiente. La "Serpe de Troña" está sobre una piedra de sacrificio con un canal central. Una teoría es que la sangre de la víctima sacrificada se derramó en el grabado de la serpiente. Otras teorías afirman que no es más que un símbolo que ofrecía paz y tranquilidad al asentamiento.

Lecturas adicionales: galiciamaxica.eu/galicia/pontevedra/comarca-do-condado/ponteareas/trona