Zubizuri-Brücke

Puente Zubizuri (en vasco "puente blanco") también conocido como "Puente Calatrava" o "Puente peatonal del Campo de Volantín".
La historia del Puente Zubizuri comienza en 1990, cuando Santiago Calatrava presenta el diseño de una estructura que serviría para conectar el Ensanche de Bilbao con la calle Campo de Volantín, un paseo popular entre los vecinos de la desembocadura del Nervión, que en Parques y edificios de gran interés arquitectónico. Sin embargo, la administración de la ciudad no le encargaría oficialmente el proyecto hasta 1994, que se inauguró tres años después, en mayo de 1997, unos meses antes que el Museo Guggenheim.

El famoso arquitecto valenciano recibió el encargo de diseñar el puente con el objetivo de revitalizar una zona de Bilbao que se había paralizado tras el declive de una de las industrias más importantes de la ciudad, la industria naviera.

También llamado “Puente de Calatrava” en honor al arquitecto que lo construyó, es una estructura arqueada, blanca y esbelta que parece un velero a diez metros de altura sobre la desembocadura del río. Su superficie de cristal ha causado mucha polémica, por eso hoy en día la gente pisa una alfombra antideslizante. Conecta a Uribarte con Campo Volantín y, a pesar de las polémicas que siempre lo han acompañado, es uno de los símbolos de la ciudad.

Puente Peatonal Zubizuri (Puente Blanco)
Construido por el famoso arquitecto Santiago Calatrava, cruza el Nervión. Se actualizaría con alfombra ya que hay algunos resbalones en el piso de vidrio. Arquitectónicamente genial, pero desafortunadamente el clima ha dejado su marca.