Tunnel de Dalhem

Tsjoekke tsjoekke a pie ahora...

Este túnel construido en 1904, el más largo de su tipo en Bélgica con sus 135 metros, habrá atravesado las dos guerras mundiales en las que sirvió como escondite para los combatientes de la resistencia y para las armas.Es un túnel que primero conectó Lieja con Fourons y que por tanto tenía vocación económica. Una vocación turística entonces también con una línea más corta de Blegny Mine a Warsage. Desafortunadamente, el túnel tuvo que ser cerrado luego de una tragedia hace veinte años. Ahora, el objetivo es poder rehabilitarlo para encontrar una vocación de movilidad blanda, por tanto principalmente peatonal, ciclista o para jinetes.

En 1898 se construyó un ferrocarril vecino de Lieja a Barchon. Luego subió de Barchon a Blegny, Trembleur y Dalhem, donde el túnel vio la luz en 1904. La ruta continuó por Mortroux y Neufchâteau hasta 's-Gravenvelden. El primer tren que llegó a Voeren a través del túnel fue un tren de mercancías procedente de la mina de carbón Trembleur. En 1907 llegó el primer tren de pasajeros a Dalhem y poco menos de un año después, en marzo de 1908, se estableció la conexión de pasajeros hasta 's-Graven Voeren. Pero no pasó mucho tiempo antes de que el túnel dejara de utilizarse para el transporte de pasajeros. Durante la Primera Guerra Mundial, la línea fue desmantelada por los ocupantes alemanes y el material se utilizó para la construcción de equipamiento militar. Después de la guerra fue reconstruido, concretamente en 1920, y ahora se utilizan tranvías. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la resistencia utilizó el tranvía para transportar a los fugitivos. En 1942, la historia se repitió y los alemanes volvieron a desmantelar la línea. El túnel sirvió como depósito de armas durante el resto de la guerra. En 1948 la línea terminó en Trembleur y en 1955 se cerró definitivamente. Sólo el transporte de carbón continuó durante algunos años más. Se conoce el resto de la historia del túnel. Tras su interrupción, hubo un periodo de decadencia y luego el pequeño tren turístico hasta la catástrofe de 1991. Tras otro periodo de decadencia y posterior recuperación, el túnel es lo que es hoy: entre otras cosas, un lugar fascinante con un pasado intenso. que deambula en el viento a veces frío que prevalecía cuando caminábamos.