Gedenkstein Robert Cahow

Es importante que lugares como los recorridos aquí en Hürtgenwald, ilustrados y parcialmente descritos, mantengan vivo el recuerdo de las penurias, la miseria y el sufrimiento de esa época y, por lo tanto, un testimonio del horror de la guerra y la tiranía. Esta cultura de la conmemoración y el recuerdo tiene un objetivo esencial y, para cada generación, importante: advertir a las personas sobre la PAZ.

Las posiciones antiguas y los agujeros de la cubierta, así como una piedra conmemorativa de dos soldados estadounidenses y uno alemán, cuyos esqueletos fueron encontrados durante el trabajo forestal en 1976, hablan de los asesinatos en ambos lados. Otra víctima: el soldado estadounidense de primera clase Robert Cahow. Su cuerpo fue encontrado en 2000, y en 2004 los familiares colocaron una lápida en memoria de su difunto.
A pocos metros de este memorial se encuentra el lugar donde se encontró a Cahow. Está marcado con piedras como un recordatorio de la ascendencia irlandesa del soldado estadounidense. El miembro de la 78 División de EE. UU. probablemente murió el 13 de diciembre de 1944 en un ataque a un búnker que ya no existe.
A solo 50 metros del mojón se encuentra el antiguo búnker 113, que probablemente fue volado durante la guerra. El búnker 113 no es el único legado destruido de la batalla en el bosque de Hürtgen. Tres búnkeres más se encuentran en el camino, volados después de la guerra.
Mirando el último búnker, es fácil ver lo difícil que fue volar las instalaciones, especialmente porque los pioneros aún no tenían experiencia al principio. A los estadounidenses también les resultó difícil volar los búnkeres. Solo cuando llenaron las instalaciones de agua para aumentar el poder explosivo sus esfuerzos dieron sus frutos. (Fuente: periódico de Aquisgrán)

Es deprimente cuando piensas en cuántos soldados, tanto alemanes como estadounidenses, todavía están tirados en el bosque.