Das Echternacher Kreuz (1790)

Cruz de fuste simple del siglo XVIII. Según la tradición, la cruz fue erigida por el último abad de Ebernach, Emmanuel Limpach.

“Cada una de estas cruces puede contar su propia historia y lo que impulsó a las personas a erigir “su” cruz en este punto. (...) Estas cruces de camino fueron erigidas como signos visibles y llaman la atención de muchas personas. La cruz es un símbolo de vida. Se erige como signo de nuestra esperanza cristiana y quiere dirigir nuestra mirada a Jesucristo, que ha vencido a la muerte (...). La cruz es parte de nuestra vida como lo fue en la vida de Jesús. Así que deseo que muchas personas… visiten las cruces, ya sea como lugares de quietud y respiro ante Dios, ya sea como lugares de reunión comunitaria, oración y alabanza a Dios”.
(Fuente del texto: Decano Rainald M. Ollig
en: “Encrucijada. Pequeños monumentos sagrados como signo de piedad popular")