Fuente de Can Comas

Una preciosa fuente, junto a un antiguo lavadero, donde los ciudadanos lavaban la ropa, la fuente tiene también justo a su lado una mesita redonda donde puedes descansar en un entorno de autentico pueblo, grandes arboles rodean la zona, creando una plaza natural idílica y con una sombra maravillosa.

Antigua Fuente de la Masía Can Comes en Tiana

A finales del siglo XIX la calle de la Virgen del Carmen se le conocía por el nombre de calle de la Font.

Algunas casas tenían agua de pozo o de mina, pero eran muchas las que no disponían de suministro de agua y tenían que ir a buscarla a una fuente. La fuente más cercana al casco urbano era la de Can Comas, y ésta era el motivo por el que la calle era conocida por calle de la Font.

Después de la construcción del nuevo Ayuntamiento en la plaza de la Vila en 1896, se le dotó de suministro de agua procedente de la mina de Pau Regordosa, por lo que los vecinos de la plaza de la Vila (entonces plaza de la Constitución) y de las calles cercanas entraban en el Ayuntamiento con sus cubos para abastecerse de agua.

Para evitar la inconveniencia de que a todas horas los vecinos tuvieran acceso al Ayuntamiento, en 1910 se instaló una fuente en el centro de la plaza de la Vila para cubrir las necesidades de los vecinos de los alrededores.

El mismo año 1910 se inauguró la fuente frente a la Sala Giral (la que hoy en día está frente al restaurante el Avi Mingo). Estas dos nuevas fuentes, y el hecho de que se fuera proveyendo de agua a los habitantes de Tiana, dejaba sin sentido el nombre de la calle de la Font. Y ese mismo año 1910 se cambió el nombre de la calle de la Font por la actual Virgen del Carmen.

El abuelo Salarich, el de la plazoleta de las piedras y baldosas de Pere Salarich, también aprovechó las paredes de esta fuente para poner sus baldosas, hacer una mesita y poner unos bancos, que todavía se conservan hoy en día.

Junto a la fuente de Can Comas se construyeron, también, los lavaderos públicos, donde las mujeres iban a lavar la ropa, mientras charlaban y controlaban a los hijos que jugaban con el agua y el barro de allí mismo.

El conjunto de aquellos lavaderos y la fuente todavía se conserva actualmente.