Pont Gòtic de Pedret

Datado en 1286, este puente ayudó a mejorar las comunicaciones entre Berga y el monasterio de Sant Pere de la Portella. En un primer momento el puente era de madera, pero poco tiempo después se reconstruyó en piedra y en estilo gótico. La ojiva central tal y como se ve ahora se añadió en el siglo XV.

Este puente es un magnífico ejemplo de puentes medievales "alomados" o de "espalda de asno", con su parte central elevada, permitiendo así un arco central más ancho que permite mayor caudal de agua. A los lados se añaden otros tres más pequeños, dos a la derecha y uno a la izquierda, de medio punto, algo irregulares y rebajados.

El puente ha sufrido reparaciones y reconstrucciones a lo largo del tiempo a causa de las riadas, y en los siglos XVII y XVIII se pavimentó la calzada con cantos rodados y se añadió una baranda de piedra.

El Puente de Pedret es un puente de unos 80 m de longitud, de origen medieval, sobre el río Llobregat. Servía para unir la población de Berga con la iglesia de Sant Quirze de Pedret y está documentado en el año 1286.

Es de estilo gótico y consta de cuatro arcos aunque inicialmente contaba con cinco, de tamaños desiguales: el arco central es apuntado y mucho más alto que los demás, los restantes son más pequeños, dos de medio punto, rebajados y un tercero ojival.

Cerca del puente, y excavados en la roca viva, hay una serie de agujeros redondeados que corresponden a los encajes de las vigas de madera que sostenían un antiguo puente románico. Es recomendable subir por el antiguo camino cerca que lleva hasta la iglesia de Sant Quirze de Pedret, y hacer la visita. Es uno de los ejemplares de arquitectura religiosa prerrománica mejor conservados en Catalunya, construida en época carolingia (siglos IX-X).