La ermita de Sant'Alberico

La Ermita de Sant'Alberico se encuentra a m. 1.147 sobre el nivel del mar a medio camino entre la ciudad de Balze y el monasterio de Celle, en un profundo desfiladero al pie de las montañas Aquilone, Celle y Ocri. Es un lugar de austera soledad donde reina el silencio, que invita a la reflexión y la oración.
“Los eremitas señalan a cada hombre ese aspecto interior del misterio de la Iglesia que es la intimidad personal con Cristo. Oculta a los ojos de los hombres, la vida del ermitaño es la predicación silenciosa de Aquel a quien ha entregado su vida, ya que Él lo es todo para él. Es una llamada particular a encontrar en el desierto, precisamente en el combate espiritual, la gloria del Crucifijo» (Catecismo de la Iglesia católica, n. 921).
“La separación interna y externa del mundo atestigua la temporalidad del tiempo presente, con el ayuno y la penitencia atestiguan que no sólo de pan vive el hombre, sino de la Palabra de Dios” (ver Mt 4,4). “Los ermitaños, en lo más profundo de su soledad, no sólo no escapan a la comunión eclesial, sino que la sirven con su específico carisma contemplativo” (Vita Consecrata 7,42).
La soledad del ermitaño le permite acoger y dar nueva vida a su oración solitaria, llena de compasión por cada dolor, para convertirse en corazón universal.

El ermitaño es alguien a quien Dios ha seducido y que se dejó seducir.

Un lugar sugerente sobre todo en otoño donde la maleza se cubre de hojas rojas por todas partes. No obstante, en este caso, tenga mucho cuidado donde ponga los pies y las ruedas, PELIGRO DE CAÍDAS.

Ermita inmersa en medio del bosque entre el monte Fumaiolo y el monte Aquilone, accesible tanto a pie como en bicicleta por tres caminos diferentes. Tiene una cómoda cámara web para comprobar cuánta nieve ha caído en invierno. meteosantalberico.it/webcam/current.jpg