Dozza

En Dozza, el arte se convierte en paisaje urbano y decora las paredes de las casas, las calles y las plazas, inundando cada rincón de luz y estilos diferentes y abriéndose a estallidos de colores repentinos.
Es un verdadero museo al aire libre, donde se pueden admirar más de cien obras creadas por nombres prestigiosos del arte contemporáneo.
En el interior de la fortaleza se conservan los frescos y bocetos de las obras de la muralla expuestos en el Centro de Estudio y Documentación de la Muralla Pintada.
Fuente: emiliaromagnaturismo.it/it/localita/dozza

Dozza merece ser visitada tanto por el contexto como por la hermosa fortaleza, con la Enoteca Regional contigua. Es un pueblo característico, embellecido por los murales del Muro Pintado.
En bicicleta de montaña es la puerta de entrada para acceder a la cresta de los barrancos del Monte Del Re, los últimos barrancos "blancos" de Romaña.

Ducia y Dutia las mayores; Dozza el actual. Esta es la evolución del nombre del pueblo, que pasó por las formas de Duza y Doccia, antes del desenlace final.
Muchos sonidos vinculan este lugar a un único elemento: el agua, cuya falta ha caracterizado su nombre, y por tanto, su historia. Desde el escudo del municipio, con el grifo bebiendo, hasta los hallazgos de un antiguo acueducto procedente del Monte del Re, pasando por los topónimos de las iglesias, todo conecta el nombre de Dozza con la "ducha", un conducto a través por el que fluye el agua.
Casi una paradoja, para un pueblo que durante siglos ha hecho del vino de calidad una fuente de riqueza y una bandera.
Habitada desde la Edad del Bronce, el lugar estuvo primero sometido a los galos y luego a los romanos. Comenzó a florecer nuevamente antes del año 1000. Fueron los boloñeses quienes la rodearon de murallas en 1086 y unos dos siglos más tarde construyeron la fortaleza con el revellín, para defender la entrada al pueblo. El primer documento escrito que nos habla de un Castrum Ducie data del año 1126. Durante siglos fue objeto de disputa debido a su posición estratégica dominando la Via Emilia. Floreció de nuevo y encontró cierta estabilidad con Caterina Sforza, quien reconstruyó la fortaleza. Luego, al final de largas disputas, se convirtió en feudo de la familia Malvezzi-Campeggi.

(Fuente: comune.dozza.bo.it/la-citta/la-storia)