Campanillas

Muchos residentes de Grubbenvorst conocieron a Mère Stanislas cuando era niña, directora de la escuela primaria para niñas después de la guerra. También fue la impulsora de la escuela primaria secundaria VGLO, que enseñó a las niñas los conceptos básicos de la economía doméstica. Esta hermana era hija de Eijsbouts, una conocida familia de fundidores de campanas en Asten, Brabante. Cuando Mère Stanislas tenía veinticinco años en el monasterio en 1955, el padre Eijsbouts regaló un carillón. Esto consiguió un lugar en el monasterio. A partir de ese momento, el hermoso carillón brillante se pudo escuchar todos los días. Obligadas por las circunstancias, las hermanas venden el convento. El nuevo propietario no tenía lugar para el carillón en sus planes de construcción. Tampoco el antiguo reloj de la torre, que ha estado en funcionamiento desde 1912 sin interrupción ni renovación, y el reloj sonoro asociado no encajaban en estos planes.