Fuente del Azur

En busca de las 3 fuentes por todo el circuito. Solo el último que data de 1817 respondió a mi curiosidad. Me pareció ver acurrucarse a las hijas de la diosa Théthys, a quien a menudo se refieren las fuentes de agua. No. Nada. ¡Es cierto que ya estaba acompañado por una diosa del océano!
Aún así, este circuito está lejos de ser monótono. Nada difícil, sabe hacerse sorprender y ofrece múltiples visiones de paisajes que no dejan indiferente a nadie. Caminar a lo largo del golfo, todo mojado por las tranquilas aguas que brillan y toman el sol evanescente por la mañana, es suficiente para animarte. A veces aparecen pequeños remansos de paz en el camino para animarte a hacer una pausa contemplativa o un descanso para comer. Es una caminata soberbia que definitivamente debes hacer y que tiene el mérito de transportarte a otra dimensión. ¡Lejos de las realidades urbanas!