Cementerio de Santa Ana

En el período comprendido entre la primera mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, la ciudad de Trieste estuvo en constante crecimiento, tanto económica como demográficamente. En menos de un siglo, la población pasó de unos 30.000 a 200.000 habitantes, creando una situación completamente nueva, también en lo que respecta a los cementerios. Los pequeños cementerios de la ciudad, especialmente los del Colle di San Giusto, ya no eran adecuados por falta de espacio.

En 1825, detrás del Colle di Sant'Anna, en la periferia sur de la ciudad, se identificó una nueva zona en la que se iba a construir un nuevo y enorme cementerio para toda la ciudad. Gracias a la presencia de muchas familias adineradas, este lugar fue embellecido a lo largo de los años con varias tumbas y ampliado durante el siglo XX como cementerio militar para los caídos de la Primera y Segunda Guerra Mundial.