Patones de Arriba

En una confluencia de arroyos escondida en lo alto de una ladera está el pueblo negro mejor conservado de Madrid. Patones de Arriba forma parte de un conjunto de pueblos característicos de las montañas compartidas por Madrid y Guadalajara donde la pizarra es el elemento constructivo principal que confiere a las construcciones un color oscuro, casi negro. Estos son conocidos como "pueblos negros". Su ubicación le ha dado una importancia estratégica que han aprovechado sus habitantes desde la Edad de Hierro, romanos, visigodos, musulmanes y cristianos.Durante el reinado de Carlos III el pueblo pertenecía administrativamente a Uceda, pero la dificultad de las comunicaciones y desplazamientos por la orografía produjo una sensación de abandono administrativo en sus habitantes. Esto les llevó a tomar la decisión de escoger a uno de los vecinos y otorgarle competencias de regidor para que impartiera justicia en sus disputas y organizara un gobierno entre ellos. A este le dieron el título de Rey de Patones. Aunque no era una monarquía real ni soberana, esto dio pie a la leyenda del Rey de Patones que pervive hoy en día.

El término municipal de la comarca de la Sierra Norte de Madrid está formado por el pueblo bajo Patones de Abajo (más reciente) y el pueblo alto Patones de Arriba. Este último, que según la leyenda era un reino por derecho propio en el siglo XVIII, es un destino turístico más conocido y uno de los sitios más bellos de la región. Su arquitectura de características casas de pizarra negra y calles empedradas hábilmente adaptadas a las laderas de las montañas le da al lugar un encanto fascinante y hace que el recorrido sea inolvidable.

Patones es un pequeño municipio situado en el centro de España, en el nordeste de Madrid. Un sendero entre olivares lleva hasta el pueblo medieval de Patones de Arriba, famoso por sus casas de pizarra negra y sus calles sinuosas. El monte está repleto de ruinas de piedra de las antiguas chozas de pastores. Cerca del pueblo se encuentran la cueva del Reguerillo, un yacimiento arqueológico, y las ruinas del Pontón de la Oliva y de la ermita de la Virgen de la Oliva