La Chartreuse du Val-Dieu

En 1170, Rotrou IV, entonces Conde de Perche, hijo del ilustre Rotrou III fundador de la abadía de La Trappe, decidió ofrecer terrenos a un puñado de monjes así como una serie de privilegios para la construcción de su monasterio. Son los Chartreux quienes vienen y eligen un valle tan aislado y salvaje que recibe el apodo de "El Valle del Diablo" o "El Desierto". Los cartujos la rebautizaron como Val-Dieu y, desafiando a la naturaleza, se dispusieron a instalarse allí. Esta Chartreuse creció con el tiempo hasta constituir en su apogeo un vasto complejo monástico, muy bello y regular, en el corazón del bosque de Reno-Valdieu, y rodeado de murallas y torres a intervalos.
Pero en pocos años, la Revolución Francesa venció a Chartreuse. Despojados de todos sus privilegios y derechos, los monjes se exiliaron. En 1798, habiendo sido demolido el Val-Dieu por los revolucionarios, los muebles fueron transportados a Alençon.
Todo lo que queda ahora es el pabellón de entrada, la Capilla de las Mujeres y algunas dependencias a la izquierda al entrar. Edificios que reinan sobre este claro silencioso y atestiguan el pasado glorioso de esta Chartreuse apodada hasta el siglo XVIII "La Reina del Desierto".