Mammutbaum

Las primeras secuoyas llegaron a Europa a mediados del siglo XIX, poco después de su descubrimiento en California. En 1856, se plantó la primera secuoya en el jardín de flores del jardín del palacio de Oldenburg. El sucesor de Julius Bosse, Heinrich Ohrt, había traído el árbol de Potsdam. En su California natal, las secuoyas pueden alcanzar una altura de hasta 100 metros, en Europa no superan los 50 metros. Se estima que los especímenes más antiguos tienen hasta 3900 años. La corteza fibrosa y esponjosa de los árboles más viejos es muy gruesa (de unos 30 a 75 centímetros), blanda y sin resina y protege al árbol de los incendios forestales. Un jugo antiséptico previene la infestación de insectos y hongos.

El parque del castillo de Oldenburg siempre merece una visita. Aprovechamos un descanso bajo la lluvia.