Santillana del Mar

Santillana no está en el mar, aunque en su termino municipal hay dos playas. Esta villa medieval, magníficamente conservada, creció alrededor de la colegiata románica de santa Juliana, del siglo XII, que se construyó a partir del monasterio de santa Juliana cuya presencia ya constaba siglo IX.Sus calles empedradas y sus impresionantes casonas atestiguan su prosperidad económica, así como las construcciones civiles de las torres de Merino y don Borja. Su presente agrícola te invita a degustar postres derivados de los lácteos como las quesadillas, sobaos pasiegos o la leche con bizcochos. Santillana es una parada imprescindible en Cantabria.