La Séquia de Manresa

Esta acequia de 26 kilómetros de longitud y que transporta agua hasta Manresa fue construida en el siglo XIV por el maestro Guillem Catà.Su construcción fue muy problemática, pues el obispo de Vic se opuso a su construcción porque pasaba por las tierras del obispado y amenazó con la excomunión a sus promotores. El obispo murió antes de que se terminasen las obras y aún así realmente excomunicó a los obreros y los consejeros de Manresa, además de interrumpir la práctica de los sacramentos en toda la ciudad. El sucesor del obispo, mantuvo una actitud más dialogante, aceptando las compensaciones que ofrecía la ciudad.Sin embargo la leyenda cuenta que se hizo necesaria la intervención divina, en forma de una luz misteriosa proveniente de Montserrat que entró por los vitrales de la iglesia del Carmen, al mismo tiempo que las campanas empezaron a tocar solas. El obispo, viendo este fenómeno, se arrepintió de su postura, pero murió al poco tiempo, y su sucesor no tardó en revertir la situación y levantar la excomunión.