Rocca Albornoz o Fortaleza de Narni

La fortaleza de Albornoz se alza imponente sobre Narni y las gargantas de Nera, rodeada de una exuberante vegetación.
El imponente edificio forma parte de ese sistema de fortalezas que el Papado, después de Aviñón, colocó para custodiar el recién reconquistado Estado de la Iglesia. Su posición y características constructivas muestran la voluntad de controlar el territorio, atravesado por vías de comunicación con Perugia, Terni y Amelia.
El cardenal Egidio De Albornoz (Cuenca, 1299 - Viterbo 1367) lo hizo construir en 1367 sobre un desnivel de 332 m sobre el nivel del mar, en una posición muy favorable para defenderse de los ataques militares. El Cardenal trabajó para fortalecer el poder papal, a menudo diseñando y construyendo castillos y fortalezas, como símbolos del poder de la Iglesia.
La fortaleza tiene planta cuadrangular con las esquinas fortificadas por cuatro torres y está rodeada por un foso y una segunda muralla. Los muros y torres, coronados por ménsulas, cierran un patio al que se accede a través de dos elegantes portales: el patio, también cuadrado, está rodeado por dos edificios y unas agradables escaleras permiten acceder al primer piso, donde estaba la residencia señorial. La mayor de las cuatro torres se identifica como la torre del homenaje, con un lado de 20 brazos y una altura de cuatro pisos, más el sótano.
La fortaleza fue construida sobre los restos de un asentamiento militar original construido por Federico Barbarroja, y después de sólo cinco años, en 1371, Pietro o Giovanni di Nevico, el primer castellano, tomó posesión de ella. Las obras finalizaron en 1378. En el proyecto trabajaron varios arquitectos, entre ellos presumiblemente Ugolino I de Montemarte y Matteo Gattapone, que trabajaron en diversas construcciones encargadas por el cardenal Albornoz.
Entre 1370 y 1449 fue residencia de papas, cardenales y líderes, según su suerte. En 1395 fue conquistada por Pandolfo Malatesta y luego volvió a manos del Papa; se le concedió jurisdicción a Andrea Tomacelli, hermano de Bonifacio IX. En 1417, Braccio Fortebraccio, un líder noble de Perugia, ocupó Narni y la Rocca di Albornoz. Unos años más tarde, la fortaleza volvió a manos del pontífice Martín V y su noble familia, los Colonna. Siguieron otros papas: Eugenio IV y Nicolás V. Este último inició una serie de obras para ampliar las estructuras defensivas; obras que continuaron bajo los papados de Sixto IV e Inocencio VIII, hasta finales del siglo XV.
La Fortaleza de Albornoz sufrió numerosos asedios, incluido el de 1527 por parte de los Landsknecht, quienes, habiendo regresado victoriosos de Roma, se rebelaron contra Narni. Después de una victoria inicial de los Narnesi, los Landsknecht prevalecieron, entraron en la ciudad y la destruyeron. Siguieron muchos otros ataques hasta 1798 cuando, con la proclamación de la República Romana y la fuga de Pío VI, un ejército francés dirigido por el general Berthier despojó la fortaleza de armas para obtener cañones. En 1860 fue conquistada por el general Luigi Masi de la brigada de Umbría y cedida al Reino de Italia.
Durante todo el siglo XIX fue prisión y en 1906 fue adquirida por una suma irrisoria por el príncipe ruso Mestschezsy; en 1972 pasó a ser propiedad de una familia romana, mientras que hoy es patrimonio cultural del municipio de Narni y de la provincia de Terni.Entre las personalidades más importantes alojadas en la Rocca di Albornoz recordamos al cardenal Duranti Durante, al arzobispo y astrónomo Alessandro Piccolomini y al conde Francesco Cenci, que permaneció aquí como prisionero (umbriatourism.it/it - /rocca-albornoziana).