Fuente de la Chevrette

Hace 130 millones de años, la arena y el hierro procedentes del desmantelamiento de macizos graníticos continentales se depositaron en un mar poco profundo. Estas formaciones, reveladas hoy por la erosión, están atravesadas por el agua de lluvia y flujos subterráneos. En el fondo del ojal de Brayonne, revestido de arcilla impermeable, el agua se infiltra en las capas arenosas que las recubren y pronto reaparece en múltiples fuentes y pequeños arroyos. Durante su recorrido, esta agua disuelve y arrastra los óxidos férricos contenidos en las arenas. Así que en la superficie, estas aguas son ligeramente ácidas y el hierro queda en suspensión dando este curioso color oxidado. Éste es el caso del Chevrette, cuyo origen se remonta a su origen. Con una longitud de 850 metros, esta agua tenía un contenido demasiado alto de hierro y nunca se utilizó para curar. @OT Forjas les Eaux