Lehof-Felsen

Los acantilados de arenisca roja de Lehof se pueden ver desde lejos. El camino hasta aquí es fácil y si dejas la bicicleta al final del camino, vale la pena subir la roca. Sin embargo, yo lo haría a pie porque, en primer lugar, la subida es muy empinada y, en segundo lugar, el Lehof también ofrece grandes oportunidades para resbalar y luego caer por los acantilados verticales. ¡Así que ten cuidado!

Los únicos inconvenientes son la autopista cercana y la basura, lo que demuestra la popularidad del Lehof como destino.

Vale la pena ver el Lehof tanto desde abajo como desde arriba. La vista es excelente, aunque la autopista cercana no encaja exactamente en la imagen.

Una enorme roca arenisca al norte de Quedlinburg