Castillo de Sant Miquel

Conjunto arquitectónico formado por una ermita prácticamente en ruinas y de una torre de telegrafía óptica. Se ubica en la cima del monte de Sant Miquel a caballo de los municipios de Girona y Celrà (el Gironès). Sus 395 metros sobre el nivel del mar permite el control sobre grandes extensiones del territorio.

Buenas vistas. En un día despejado se puede ver el mar.

El conjunto arquitectónico está formado por la antigua ermita dedicada a Santa Maria y Sant Miquel, edificada sobre la fortificación previa, de época medieval, de la que aprovecha las bases de una torre circular por el ábside. Parece que la ermita fue ocupada por ermitaños entre los s. XVI y XVIII, aunque la documentación registra el inicio de la construcción en el s. XV.

El emplazamiento tomó importancia militar durante la guerra del Francés (1808-1814), especialmente por los asedios de Girona (1808-1809), donde el dominio del castillo se alternó varias veces entre el ejército napoleónico y los miquelets. Pasada la guerra, la ermita ya estaba derruida.

El otro elemento arquitectónico es la torre del telégrafo, levantada durante la segunda guerra carlista (1846-1849) para albergar la línea civil de telegrafía óptica, mientras la línea militar se ubicaba en la torre de la ermita.