Sperrmittelhaus (Munitionshäuser für vorbereitete Sperren)

Los explosivos y detonadores para la preparación de puentes y la voladura de caminos se guardaban generalmente en pequeñas casas de municiones en medio del bosque, estas casas no estaban vigiladas y tenían cerraduras de puertas muy complejas. Sin embargo, habría sido un intento bastante inútil entrar aquí. Aunque los búnkeres no estaban asegurados con alarmas, las 4 puertas dispuestas una detrás de la otra habrían frustrado tal intento.
La primera era una puerta de celosía con barrotes del grosor de un pulgar, la segunda una puerta blindada de unos 15 cm de grosor con cerradura especial y la tercera una puerta de chapa gruesa de acero (puerta de gas a presión). Si la cantidad de explosivos a almacenar superaba las 5t, se añadía en su interior otra puerta blindada. (Las puertas cerradas vistas hoy no estaban a la altura del estándar general). La "Carpeta de Obstáculos" contenía instrucciones detalladas de apertura. Un ladrón potencial habría tenido que trabajar en estas 3 o 4 puertas durante unos días, y ciertamente había formas mucho más fáciles de conseguir explosivos. Estos depósitos no eran conocidos por la población y un excursionista también podría confundir las casas pequeñas y discretas con una casa de agua. Las casitas y las barreras preparadas fueron llenadas y mantenidas por los wallmeisters, que en su mayoría estaban en la carretera con vehículos civiles. En el caso de una defensa, los soldados pioneros habrían recogido los explosivos allí y los habrían usado.