La escala que usamos en komoot es la Single Trail Scale (STS), que clasifica los senderos para MTB en seis niveles: del S0 al S5. La dificultad se basa en el tipo de terreno, los obstáculos que presenta, la pendiente, las curvas que tiene y, por tanto, en la experiencia y las aptitudes técnicas que se necesitan para recorrerlos con seguridad.
Senderos de grava o tierra compactadas con pocos obstáculos y cierta anchura. No presentan raíces, rocas ni superficies irregulares con frecuencia.
Senderos de grava o tierra compactadas en su mayoría con raíces planas y pequeñas piedras. La superficie puede ser irregular en algunos tramos, por lo que se necesita un buen control de la bici para superar obstáculos, a veces de pie.
Senderos con una superficie más irregular, piedras y raíces, así como curvas y pendientes pronunciadas. Se necesita buen equilibrio para cambiar el centro de gravedad y rapidez a la hora de frenar.
Senderos con rocas sueltas y superficies resbaladizas en su mayoría que presentan obstáculos que pueden dificultar el paso, curvas peligrosas y pasajes complicados. Se necesita tener un excelente control de la bici, buen equilibrio, concentración y rapidez con el freno.
Tramos muy empinados con raíces y rocas sueltas que exigen tener muy buena forma física. Se necesita mucha experiencia con la bici: capacidad de controlar las ruedas delantera y trasera de forma independiente y un equilibrio y un frenado impecables. Solo bikers con mucha experiencia deberían intentar hacer estos recorridos.
Senderos de una dificultad técnica extrema que muy pocos bikers deberían intentar recorrer. Se caracterizan por curvas muy cerradas, tramos impracticables, laderas con rocas sueltas, saltos y pendientes extremas. Se necesita un control absoluto de la bici y del freno. Lo más probable es que se tenga que llevar o empujar la bici en varios puntos, aunque la pendiente podría hacerlo muy complicado.
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