Balze di Volterra

Los riscos de Volterra, situados en la vertiente suroeste de la colina de Volterra, entre los valles de Era y Cecina, constituyen un fenómeno geológico de considerable interés. Estos acantilados representan el resultado de un largo proceso de erosión, donde una capa superior de arena, más resistente a la acción del agua que las arcillas subyacentes, dio lugar a la formación de estos característicos voladizos. En términos simples, el colapso de la capa de arena en la base provocó que ésta colapsara en "rebanadas", creando así los típicos peñascos de roca.

Estas formaciones se elevan como imponentes acantilados que atraviesan el suelo quebradizo, dando la impresión de lastimar las colinas de Volterra. A lo largo de los siglos, el avance de los acantilados ha provocado la pérdida de partes de las antiguas murallas etruscas, iglesias, casas e incluso la necrópolis más grande de la antigua ciudad. Pese a ello, la belleza de este paisaje de fuerza grandiosa, única en su género, es un auténtico regalo de la naturaleza.

Los famosos acantilados de Volterra, de arcilla expuesta, muy característicos si se toma la subida a Volterra viniendo desde La Sterza, unos 5,5 km al 5% de media