Burgruine Karlsfried

Quedan restos de la muralla y las rocas merecen una visita.

El castillo de Karlsfried fue construido en 1357 por el burgrave Ulrich Tista von Liebstein por orden del emperador Carlos IV. No estaba destinado a ser una residencia, sino que solo sirvió como un puesto de aduanas fortificado en una ruta comercial (Gabler Reichsstraße) entre el corazón de Bohemia y la Alta Lusacia.[1] Aquí se recaudaban los derechos de aduana; el castillo también ofrecía alojamiento y escolta a los comerciantes. En 1364, Zittau arrendó el castillo por 300 groschen de Praga.
En 1412, Landvogt Hinko Berka von Dubá se hizo cargo del castillo.
En 1421, el castillo resistió el asedio de los husitas, pero luego fue incendiado durante un segundo asedio en enero de 1424. Luego, el castillo fue reconstruido bajo el emperador Segismundo. A partir de ahí, su nuevo propietario, Jan von Wartenberg, emprendió incursiones en los alrededores. Para evitarlo, la ciudad de Zittau compró el castillo en 1442 y lo derribó. Gran parte de sus escombros fueron transportados y colocados en el área circundante como un árbol económico.

Hermosos restos todavía están allí.