Cuevas y acantilados de Alcalá del Júcar — El cañón del río Júcar

Acantilados de vértigo, formaciones caprichosas en la roca caliza y un río que esculpe el paisaje y llena de vida su entorno. Todo ello, acompañado de los vestigios que un día fueron parte de una gran historia, hacen que Alcalá del Júcar sea uno de los lugares más espectaculares y pintorescos de Castilla La Mancha.

El municipio está enclavado en la hoz del Júcar, vigilado por un imponente castillo de origen árabe situado en lo alto del precipicio. Ya sea desde la playa fluvial, el parque, las callejuelas o lo más alto del tajo, las vistas de todo el conjunto son impresionantes. Es uno de esos lugares que, a pesar de sus empinadas callejuelas, no puedes parar de explorar.

Una de las curiosidades de este lugar son la cantidad de cuevas que decoran el paisaje. Algunas se han convertido en perfectos nidos de palomas, pero otras han sido recuperadas como restaurantes y alojamientos. Es imposible dejarlas pasar desapercibidas, ya que irradian una intriga que te invitan a conocer su historia.

Las Rutas recorren los alrededores de Alcalá del Júcar y sus aldeas. Vas a conocer de primera mano los meandros que dibuja el río Júcar en la roca caliza y el espectáculo natural que crea con la vegetación circundante. Vas a tener miles de ocasiones de hacer una bonita foto panorámica para el recuerdo.

Te aconsejo cargar en la mochila suficientes víveres y agua para realizar los recorridos, ya que es posible que tengas dificultades para encontrar avituallamiento, aún, pasando por zonas urbanizadas. Además, lleva una gorra, protección solar y palos de trekking para proteger tus articulaciones en las zonas más escarpadas.

He ordenado las Rutas de esta Colección de menor a mayor distancia. Todas conllevan cierta exigencia física, ya que te enfrentas a pendientes pronunciadas para remontar la hoz. Siempre puedes modificar el recorrido y optar por tramos que no supongan grandes desniveles.

Esta zona del río Júcar puede ser muy calurosa en verano, llegando a rebasar los 35 grados con frecuencia. En cambio, en invierno las temperaturas se desploman bajo cero. Por tanto, la mejor época para salir a explorar los alrededores de este rincón, tan especial, es en primavera y en otoño. Es el momento en el que el campo se viste de colores, tienes más posibilidades de ver animales correteando y los días son, normalmente, soleados y sin mucho viento.

Es posible llegar al comienzo de las Rutas –Alcalá del Júcar y Tolosa– en autobús, aunque el horario no es muy generoso. Puedes consultarlo en el siguiente enlace: busradar.es. Si viajas en tu propio vehículo, hay aparcamientos habilitados en la entrada de ambos municipios.

Ahora sí, es hora de preparar la mochila y disfrutar de un agradable respiro en este bello entorno rural. ¡Disfruta de la caminata!