El valle de Arán es un lugar de contrastes, de verdes praderas y montañas blancas. De ríos de agua cristalina y lagunas turquesas, crestas de vértigo, bosques que arropan, paredes de roca que resguardan y panorámicas que atrapan. Es una tierra de cultura, con una fuerte identidad marcada por una lengua propia. Es un paraje mítico, mágico e histórico.

Esta Colección reproduce el GR 211, un recorrido de casi 95 kilómetros que permite descubrir todos los rincones de esta maravillosa parte del Pirineo situada a las puertas de Francia. Es posible que sientas cierta incertidumbre sobre lo que vas a encontrar. Lo bueno del valle de Arán es que es increíble desde cualquier perspectiva.

Todo el mundo que visita los Pirineos espera ver paisajes, pero esta Ruta tiene algo diferente. Un valor añadido, un componente histórico que conduce a través de los vestigios del pasado minero de la zona. El Val d’Aran fue un importante emplazamiento de extracción de hierro, plomo y zinc a partir del siglo XVIII. A lo largo de este recorrido serás testigo de cómo el tiempo, los fenómenos meteorológicos y los trabajos de minería han ido trazando la forma del paisaje que hoy se puede observar.

Además, la circular también incluye varios pueblos en el itinerario, por lo que podrás disfrutar de la arquitectura, los miradores y la gastronomía, entre otras cosas.

Esta Colección no entraña dificultad en cuanto a terrenos y caminos, pero sí en cuanto a distancias y desniveles. Por este motivo, está pensada para personas acostumbradas a realizar este tipo de actividad y que quieran mejorar la resistencia o la forma física.

Asimismo, hay que tener en cuenta que al menos dos etapas transitan por senderos de alta montaña, por lo que el acceso a servicios es inexistente y habrás de llevar provisiones encima, así como un saco de dormir y una esterilla. Encontrarás información más detallada en cada etapa.

La mejor época para emprender esta aventura es desde finales de mayo hasta mediados de octubre. Fuera de este período es muy posible que haya nieve y tengas que usar material específico, como raquetas. En cualquier caso, te recomiendo comprobar la predicción meteorológica con antelación a fin de que disfrutes de una buena experiencia. Y, por supuesto, si vas en verano, debes reservar los refugios con tiempo.

Antes de comenzar, asegúrate de llevar algunos artículos indispensables, como ropa térmica, un chubasquero, un buen calzado, bastones de trekking, protección solar y pastillas potabilizadoras de agua o una botella con filtro. También te recomiendo llevar frutos secos y barritas.

El punto de partida, Vielha, no cuenta con estación de tren pero sí que llegan autobuses desde ciudades como Barcelona o Lleida. La otra opción es llegar en coche.

Esta experiencia despierta dos tipos de sentimientos: unos de fascinación, alegría y motivación que te arrastran por la cresta de la ola, y otros de tristeza y nostalgia de saber que el viaje no es eterno.

Lo bueno es que el valle de Arán siempre te espera.