El Eresma es uno de los ríos que los romanos dominaron y moldearon a su conveniencia, desde su azud en la sierra de Guadarrama hasta el imponente acueducto que atraviesa Segovia donde empieza esta corta aventura en bicicleta ideal para un paseo familiar.

La vía verde el Eresma pedalea sobre el firme de lo que fue, durante 100 años, una línea ferroviaria que comunicaba Segovia con Medina del Campo. Hoy en día corre a su lado la línea de alta velocidad entre Madrid y Valladolid.

El recorrido de esta vía es de sólo 80 kilómetros, pero su trayecto fácil entre campos de cereal por la ribera del río la hacen ideal para cualquiera que ame el ciclismo como una manera de viajar tranquilamente y conocer el campo. Por eso he decidido dividirla en dos etapas, para recorrerla y paladear cada golpe de pedal con el aire en la cara mientras disfrutas del ambiente campestre.

El Eresma ya no pasa por el acueducto. Hoy esta obra es un testimonio monumental de la ingeniería romana que prevalece por más de 2000 años. La travesía comienza bajo el acueducto. Abandonas la ciudad para bajar al curso original del río, acompañándolo por un camino en leve descenso que te adentra en la campiña segoviana.

En la primera etapa pedaleas entre la margen del río, delatado por los árboles que brotan a su paso, y los campos de cereal propios de Castilla. Pasarás por alguna estación antigua abandonada hasta llegar a Santa María la Real de Nieva donde podrás dormir en alguna de las casas rurales del pueblo que además tiene varios restaurantes.

En la segunda etapa dejas atrás el curso del río para seguir la corriente del tren de alta velocidad. La vía del AVE sustituyó a la del tren por la que circulas y ahora ambas conviven pero a ritmos diferentes.

En esta segunda etapa podrás ver el paso de los siglos a través de las construcciones que te encuentras. La ermita románica de la virgen del Pozo, el castillo mudéjar de Coca y las estaciones centenarias abandonadas.

Primavera y otoño son las mejores temporadas para realizar este recorrido. En mayo los campos de cereal están verdes y las amapolas contrastan con sus pétalos rojos. En noviembre los árboles de la ribera estallan en amarillo y rojo con la llegada del otoño.

Para iniciar el viaje en Segovia puedes llegar en el tren regional que sale desde Madrid. Para volver desde Olmedo puedes usar los autobuses de ALSA que cobran un suplemento de 5€ por meter la bici en la bodega a Madrid o Valladolid.