Tras los bastidores de los brillantes palacios, ciudades y cultura que copan la primera línea turística de la Comunidad de Madrid, permanecen discretamente emplazados en la periferia una serie de edificaciones medievales que ponen en valor el patrimonio de las localidades centenarias que las albergan. Murallas, castillos y atalayas del período andalusí, catedrales góticas, cartujas, monasterios, torreones y puentes, de entre los siglos X y XV, se reparten a lo largo de este recorrido fascinante por un Madrid desconocido.

La Ruta de ocho etapas que te propongo es una adaptación de dos itinerarios oficiales pensados para recorrerlos en coche. Este trazado, de unos 530 kilómetros, busca avanzar al ritmo típico de la Edad Media, y qué mejor vehículo que tu bicicleta de gravel para dejar atrás el asfalto y las prisas y lanzarte a recorrer el paisaje rural madrileño que sobrevive junto a una zona intensamente urbanizada.

La aventura está diseñada como una Ruta circular con salida desde el bellísimo castillo de Buitrago de Lozoya. Sin embargo, puedes adaptarla a tus preferencias y empezar a rodar desde cualquiera de las localidades de paso que cuentan con estaciones de tren, como Alcalá de Henares o Pinto.

En el camino vas a atravesar todos los paisajes de Madrid. Comienzas con la Sierra Norte, bajas por el Jarama, rozas la capital, te desvías hacia el corredor del Henares, desde ahí al Tajo para recorrer toda la campiña sur hasta entrar a la Sierra Oeste por su preciosa dehesa. También vas a contemplar las vistas de los embalses de El Atazar, Santillana y la presa de Picadas.

El tránsito por asfalto no supera el 20 % del total de kilómetros de esta travesía. La mayoría del tiempo ruedas por pistas de grava, sendas y carriles bici o vías verdes. De este modo, puedes montar sobre una bici de gravel o una de montaña con rueda de 29 pulgadas y neumáticos rodadores. No olvides efectuar una revisión para llevarla en óptimas condiciones y evitar contratiempos.

El camino te lleva por localidades que cuentan con multitud de servicios: tiendas de bicis, supermercados, bares, restaurantes y alojamientos. Así que puedes viajar ligero de equipaje. Aun así, recuerda llevar crema solar, suficientes capas de ropa, repuestos y herramientas o agua y comida para consumir entre los puntos de paso, especialmente en las jornadas por el suroeste.

Los días secos de la primavera y el otoño presentan las condiciones ideales para este pedaleo medieval. Las temperaturas son más templadas, la vegetación se viste con sus mejores galas y el sol se torna amigable. El verano es una época muy calurosa, sobre todo en el sur. El invierno es muy frío, ventoso y lluvioso.

Estoy seguro de que sea cual sea la temporada que escojas o el punto de inicio de esta aventura medieval circular, al final del recorrido te habrás quedado enamorado de las joyas del Madrid medieval.