La mancomunidad del Embalse del Atazar te propone recorrer algunos de los parajes más representativos de la sierra norte de Madrid por el GR-300. Esta Colección de viales que rodea el embalse está formada por sendas antiguas que comunican los pueblos entre sí, transitadas por personas y animales, y por pistas modernas para fines agrícolas y forestales. En el camino cruzarás varios cuerpos de agua y disfrutarás de las vistas al embalse del Atazar que es el principal reservorio de agua de la comunidad de Madrid.

Cualquier ciclista avanzado podría realizar este recorrido de 65 kilómetros en un solo día. Yo te propongo que lo hagas en dos jornadas, de 38,6 y 29,8 kilómetros respectivamente, para que puedas saborear más las vistas, hacer pausas en algunos de los pueblos y disfrutar más del camino y del aire limpio, no solo del deporte.

La Ruta que he diseñado no transcurre en su totalidad por el recorrido oficial. He incluido un par de variantes por senda, alguna más técnica que la otra, para los ciclistas que disfrutan de las piedras y de la conducción por senderos estrechos. No obstante, en general el recorrido es por pista de tierra con buen firme y algún tramo de asfalto alrededor de los pueblos. Por esta razón, lo mejor es hacerlo con una bicicleta de doble suspensión.

El embalse del Atazar alberga casi la mitad del agua embalsada de la Comunidad de Madrid. Fue construido en 1972 y es una obra hidrográfica compleja con un intrincado sistema de sifones que es visible desde muchas zonas del recorrido. Varios de los tramos de pistas discurren por la ribera del embalse o cruzan alguna de las gargantas que se inundan en época de mucha agua.

La Ruta empieza y termina en Patones de Arriba. Un enclave centenario que llegó a tener su propio rey. En el siglo XVIII Patones pertenecía administrativamente a Uceda pero la orografía y las comunicaciones hicieron que sus vecinos se sintieran abandonados administrativamente, así que se organizaron para elegir entre ellos un regidor que resolviera sus disputas e impartiera justicia.

El conjunto arquitectónico del pueblo está compuesto por las típicas casas y calles empedradas de pizarra. Esta piedra de color oscuro, casi negro, da origen a la denominación de pueblos negros a los típicos que se asientan sobre estas montañas compartidas por Madrid y Guadalajara. Patones de Arriba fue nombrado bien de interés cultural y es el pueblo negro mejor conservado de Madrid. Puedes llegar aquí en los autobuses de Alsa 197 o 913 desde la plaza de Castilla de Madrid pagando el suplemento de 5€ que se cobra por meter la bici en la bodega. También puedes trasladarte en coche y dejarlo en el aparcamiento que está justo a la entrada: entre semana está casi vacío.

Las mejores épocas para disfrutar de esta Ruta son la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son más amables. Aunque se pasa por varios pueblos en el recorrido, es importante llevar suficientes provisiones de hidratación y alimentación porque muchas de las zonas por las que pasarás son remotas y las fuentes son escasas.

Al terminar la vuelta habrás recorrido valles y crestas con vistas inolvidables, sendas de pizarra que retan la conducción, pueblos de granito y pizarra y algunos corrales y cabañas abandonadas que cuentan historias centenarias.